Una manifestación de utuadeñas y utuadeños que comenzó alrededor de las 3:00 p.m. demostró la indignación y el proceso de lucha-enfrentamiento de decenas ante el gobierno de Ricardo Rosselló, el PNP y la Junta de Control Fiscal Federal (JCFF). La efervescencia y el significado del 1ro de mayo, proletario, contestatario y esperanzador se dejó sentir próximo a la urbanización Cabrera con consignas, carteles y la repartición de mariposas alusivas a la situación del país. A esta manifestación le siguió una marcha, entusiasta y alentadora, que salió del mismo sector y recorrió la principal calle del pueblo (Dr. Cueto) con mensajes y consignas hasta llegar a la plaza, regresando al punto de partida a través de la Avenida Nueva.
La actividad les sirvió a muchas personas del pueblo que, aunque no participaron directamente, mostraron con bocinazos, aplausos, sonrisas, gestos de aprobación y respaldo su empatía y solidaridad con las y los manifestantes. Dentro de los diversos niveles de conciencia y participación del pueblo es palpable el desagrado y la molestia ante el estado de cosas actual en el país. La gente no es ingenua y reconoce que los mismos que se han prestado para hacer de ‘nenes de mandados’ de los bonistas empujan medidas que únicamente benefician a estos y al sector capitalista. A la vez que juegan entre sí al bueno y al malo para tratar de ocultar sus estrechas relaciones.
A Leticia Rodríguez, una de las organizadoras, le preguntamos ¿por qué entendía que esta actividad era necesaria?, y expresó que es “el momento de tomar lo que nos pertenece y creo que la situación lo amerita”. Una de las manifestantes, Jurissan Albarrán, ante la pregunta de qué la llevó a responder a la convocatoria para esta actividad señaló que esto es “casi una obligación. Me mueve, no tan solo el sentimiento patriótico de desear un mejor Puerto Rico, sino también la indignación por todos los atracos de la Junta de Control Fiscal y el gobierno”.
En la manifestación se exponían las razones que motivan al pueblo a manifestarse en contra de un mal gobierno y el rechazo a la JCFF, que solo pretende que los bonistas sigan deteriorando nuestra, ya pobre, calidad de vida ciudadana.