En medio de la noticia de la crisis en los sistemas de retiro y el clamor de la clase dominante para aplicar una segunda parte de la medicina amarga, los bancos reflejaron $233 millones en ganancias para el tercer trimestre de 2012 según la oficina del comisionado de instituciones financieras. Si señores, aunque ustedes
no lo crean. A unos no les va tan mal como parece. En medio de la noticia de la degradación de los bonos, como parte de la estrategia del gran capital para imponer sus medidas, resulta que los ingresos de un sector importante de la banca ha ido en aumento.

Esto contrasta con la imagen caótica que nos han querido construir donde “todos” hemos sido afectados por la crisis en la colonia capitalista. Nada mas falso. La crisis del ELA colonial se manifiesta en un modelo que ya agoto sus días para un sector importantísimo del país pero que le sigue generando grandes ganancias y dividendos a las corporaciones, a la banca local e inversionistas. El caso del sistema de retiro central es uno de los mas notorios. Este caso refleja como el saqueo de los fondos de retiro por parte de UBS y las malas decisiones de la administración de Aníbal Acevedo Vila produjeron grandes ganancias para la firma (entre los que se encuentran, Los Fonalledas, Los Ferre Rangel y el BPPR) y propiciaron la crisis del sistema que ya venia atravesando por una situación critica.

Ahora con la noticia de la degradación de los bonos a solo un paso de chatarra, la clase dominante intenta meter presión a la administración entrante para que aplique
la receta del capitalismo salvaje. El plato esta servido sobre la mesa. Ya los tecnócratas al servicio de los ricos han planteado de lo que se trata es de aumentar los peajes, los servicios y eliminar beneficios a los retirados como el principio de lo que será el cuatrienio para así garantizar que se le paguen a los bonistas.

No tuvimos que esperar a que tan siquiera Agapito tomara posesión para que el poder real sacara las garras y pidiera otro pedazo del pastel que le pertenece a los trabajadores y trabajadores. Ahora nos toca prepararnos y esperar cuando comience el nuevo capitulo de la guerra de clases.