Por
BREL1| Publicado el 21 noviembre 2009
Un joven homosexual fue asesinado en Cayey en lo que ha sido catalogado como un crimen de odio, poniendo de relieve el discrimen y persecución que sufren las personas que se apartan de las “normas” que avala la mayoría de la sociedad. Jorge Steven Mercado fue degollado, desmembrado y quemado por su asesino.
Un crimen de odio es aquel en el que la victima es atacada por motivos raciales, de origen nacional, preferencias sexuales u otros.
Juan Antonio Martínez Matos, el autor confeso del crimen, alegó que se defendió del joven que lo amenazó con un cuchillo para justificar su brutal acto. Sin embargo, los sanguinarios eventos no coinciden con el alegado ejercicio de defensa propia que reclama el criminal. El asesino indicó que lo mato y descuartizo cuando, después de llevarlo a su residencia para tener relaciones, se percato de que era un hombre y ello le recordó que había sido violado en prisión cuando cumplía una sentencia por agredir a su ex pareja. Se prevé que el criminal intentará usar su alegado pánico hacia los homosexuales como justificación para el asesinato.
Los abogados de este tipo de criminales intentan enjuiciar a las victimas usando los prejuicios que existen en las personas que forman los jurados en los tribunales.
Este tipo de delito ha sido alentado en el País por los grupos religiosos fundamentalistas que constantemente predican el odio hacia los homosexuales. Jorge Raskie, Carlos Sánchez, Milton Picon y otros perturbados han hecho del discurso homofóbico un estandarte para sostener sus decaídos ministerios.
El crimen pone de manifiesto la ausencia de protección que ofrece el gobierno hacia las comunidades marginadas, específicamente a los homosexuales, y la necesidad de crear una conciencia de tolerancia hacia comportamientos que forman parte de la libertad que tenemos que reconocer a cada cual en la sociedad. Ni el gobierno ni la iglesia deben tener el derecho a regular las relaciones interpersonales que establecen los ciudadanos, excepto cuando no son voluntarias o envuelven menores que no tengan la capacidad de consentir.
El cruel asesinato del joven Jorge Steven Mecado ha conmovido al País que reclama la justicia de un sistema legal que falló en detener la violencia, y como resultado, en proteger a Jorge Steven Mercado