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BREL1| Publicado el 2 enero 2008
El Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) anunció una campaña para desenmascarar al periódico El Nuevo Día como «un partido político encubierto que pretende imponer su agenda y desacreditar al PIP¨ como opción electoral.»
«Reclamamos con vehemencia nuestro derecho a defendernos de ataques viciosos y maliciosos- expresó Fernando Martín, Presidente Ejecutivo del PIP. Acusó al periódico de manipular la información y de tener una agenda política. El Nuevo Día es uno de los principales portavoces de los grandes intereses económicos en el país.
«El Nuevo Día tiene su candidato a gobernador que es Luis Fortuño- afirmó Martín. Si este es derrotado en las primarias, el candidato alterno de la familia Ferré Rangel es Aníbal Acevedo Vilá. El periódico busca mantener su influencia sobre el gobierno y sus privilegios contributivos.
«Ven al PIP y al independentismo como el gran enemigo estratégico de la estadidad y como una fuerza polarizadora que pone en riesgo el colonialismo- dijo el líder pipiolo.
En septiembre del año pasado un artículo de Bandera Roja denunció como los periódicos de las empresas Ferré Rangel mantienen una campaña contra la lucha de los maestros puertorriqueños y otros trabajadores. «Los dos periódicos- decíamos en esa oportunidad refiriéndonos a El Nuevo Día y Primera Hora- asumen una posición totalmente parcializada, con una línea editorial claramente antisindical.» El Nuevo Día y Primera Hora son una maquinaria propagandística al servicio del gobierno patrono y la empresa privada.
El activismo político de los periódicos de los Ferré Rangel, su defensa de nuevos impuestos y medidas contra el pueblo y sus intentos de manipular la opinión pública deben recibir el rechazo de la gente. Una manera de hacerle sentir el descontento con sus aspiraciones de dirigir el país para beneficio de los ricos es cancelar las suscripciones a los periódicos y no comprando El Nuevo Día y Primera Hora.
El PIP comenzará su campaña con una pasquinada donde denunciará la agenda política de El Nuevo Día y se comprometió a traer a la opinión pública los elementos de juicio necesarios «para no ser victimas de la desinformación y la manipulación por parte de un medio que se disfraza de periódico serio y objetivo para promover una agenda partidista en defensa de sus propios intereses.»