El expresidente de Uruguay e ícono de la política, José “Pepe” Mujica, comunicó hoy, jueves, al medio uruguayo “Búsqueda” que el cáncer de esófago que le fue diagnosticado en abril de 2024 se ha extendido al hígado y que ya no se puede detener el avance de la enfermedad.
“El cáncer en el esófago me está colonizando el hígado. No lo paro con nada. ¿Por qué? Porque soy un anciano y porque tengo dos enfermedades crónicas. No me cabe ni un tratamiento bioquímico ni cirugía porque mi cuerpo no lo aguanta”, expresó. “Lo que pido es que me dejen tranquilo, que no me acosen con entrevistas […] y nada más.”
Además de revelar que le queda poco tiempo de vida y hablar sobre su condición, el también agricultor de 89 años reveló algunos detalles sobre decisiones que está tomando junto a su esposa, Lucía Topolansky. Con la sencillez, la humanidad y la honestidad que le caracterizan, comentó que desea ser enterrado en el patio de su casa en Montevideo, al lado de su perra, Manuela, debajo de un árbol que él mismo sembró.
Mujica también aprovechó la oportunidad para despedirse personalmente.
“Me quiero despedir de mis compañeros y de mis compatriotas.”
«Hasta acá llegué. Se terminó mi ciclo hace rato. Sinceramente, me estoy muriendo y el guerrero tiene derecho a su descanso».
Luego de la noticia, la doctora personal de Mujica, Dra. Raquel Pantone, atendió una rueda de prensa más tarde para ofrecer detalles del estado actual de Mujica, explicar la decisión médica y los cuidados paliativos para atender los síntomas. También confirmó que, al momento, Mujica no sufre mayores síntomas y que se encuentra tranquilo en su casa.
Desde que fue diagnosticado, el expresidente uruguayo ha estado recibiendo múltiples visitas de famosas figuras políticas de Latinoamérica.