| Publicado el 30 junio 2002
Rafael Bernabe
Frente Socialista
Deseamos agradecer el apoyo de los compañeros del Partido del Trabajo de México y de la OSPAAAL, que han hecho posible está actividad y nuestra participación en ella. Soy portador, compañeros y compañeras, de un saludo solidario del Frente Socialista de Puerto Rico.
Como luchadores por la independencia de un pueblo colonial, un pueblo que aún no logra ejercer su derecho a la autodeterminación, nos identificamos con la situación y la lucha del pueblo palestino.
Palestina, la lucha del pueblo palestino, compañeros y compañeras, es parte, parte importante, parte emblemática, de algo mayor, de una lucha más amplia, la lucha por un mundo radicalmente distinto lucha que en años recientes ha tomado la forma, entre otras, de la llamada lucha contra la globalización neoliberal o por la justicia global. Algunos pensaron que ese movimiento se desarticularía como producto de las conmociones del 11 de septiembre. Pero, en realidad, lo que se ha presentado es una oportunidad, un reto y un deber, de combinar el movimiento antiglobalización con el movimiento contra la guerra, y combinar ambas a las luchas más inmediatas de nuestros pases.
Lo mismo es cierto de la nueva y criminal agresión de Ariel Sharon contra la población palestina en Cisjordania. Hay una gran simpatía de los de abajo del mundo con el pueblo palestino. Y nuestra tarea es organizar esa simpatía y vincularla a todas las luchas por la justicia en cada país. En Puerto Rico hemos intentado vincular la solidaridad con Palestina a la lucha del pueblo de Vieques contra la Marina de Estados Unidos.
Ha sido conmovedor para nosotros ver como en las actividades convocadas en Puerto Rico para protestar contra las nuevas agresiones de Sharon se han combinado las consignas de ¡Viva Palestina! y Viva Vieques!, las de ¡Abajo Sharon! y ¡Fuera la Marina!
Me preocupa lo poco que se ha mencionado la situación de Iraq en nuestra conferencia, los planes abiertos de EU de agresión, de una nueva guerra contra Iraq, e incluso el intento de funcionarios del gobierno de EU de empezar a acostumbrar a la opinión pública mundial a la posibilidad de usar armamentos nucleares en conflictos con algunos de los pases señalados por Bush como «eje del mal».
Hay que insistir que el imperialismo llevó al mundo a la barbarie, que barbarie fue la llamada guerra del Golfo, barbarie el bloqueo contra Iraq, barbarie el bombardeo de Afganistán, barbarie la agresión constante contra el pueblo palestino.
A los ejemplos que ya se han mencionado y que no voy a repetir, quisiera añadir las recientes declaraciones del señor Dick Armey, portavoz del Partido Republicano en la Cámara de Representantes del Congreso de Estados Unidos que, a preguntas de un periodista, indicó que su «solución» al conflicto en Medio Oriente era la remoción de los palestinos a otro país árabe. Es decir, simple y sencillamente la expulsión y limpieza étnica de los territorios ocupados en 1967. El periodista, sorprendido, solicitó a Armey que aclarase su respuesta, a lo cual el líder republicano respondió reiterando su posición. En realidad, Armey tan solo decía explícitamente lo que es la estrategia implícita de Ariel Sharon: lograr la expulsión, por medio del terror, de buena parte de la población palestina de Gaza y Cisjordania, como ya se hizo en 1947-48 en los territorios del actual estado de Israel.
Todo está se empieza a entender en el mundo y nuestra tarea es lograr que se entienda cada vez mejor. Se va entendiendo, a veces en los lugares más inesperados. El compañero de la OSPAAAL mencionó ayer las marchas en la misma Tel Aviv y en Washington y está nos recuerda que uno de los principios de nuestro movimiento ha de ser el internacionalismo-el reconocimiento de que no hay comunidad, pueblo, nación o cultura en la que no podamos encontrar, si la trabajamos, la solidaridad y la simpatía.
Tan solo dos pequeños ejemplos, meros detalles, que no dejan de ser significativos. Recientemente, el New York Times reseñaba en un artículo el sorprendente éxito de ventas del más reciente libro Noam Chomsky sobre el 11 de septiembre, que ya ha vendido más de 200, 000 ejemplares, sin contar con el aparato publicitario y de distribución de las grandes casas publicadoras. Ello demuestra el gran deseo de parte importante del público norteamericano de explicaciones serias y críticas de lo que pasa en el mundo. De igual forma, han surgido movimientos como Not in My Name, que quiere decir, En mi nombre, no, organización de judíos, que desean protestar contra lo que Sharon y el estado de Israel hacen constantemente en su nombre. Como ya la compañera de ANSWER relató sobre las recientes movilizaciones en Washington no voy a abundar en ello, para no quitar tiempo a los demás compañeros y compañeras que desean intervenir.
Reiteramos, compañeros y compañeras, nuestro apoyo a la causa de una Palestina libre, una Palestina soberana, una Palestina laica y democrática, lo cual incluye el derecho de regreso de los refugiados palestinos. Nos unimos a la propuesta de que se inicie una campaña mundial para suspender a Israel de las Naciones Unidas. Advertimos, sin embargo, que ello implica generar una gran presión por vía de la movilización, hacia una institución y muchos gobiernos que ni siquiera han sido capaces de organizar una Comisión para investigar la masacre de Jenin.
Nota: Publicamos la mayor parte de la ponencia del compañero Rafael Bernabé del Taller de Formación Política, quien participó como delegado del Frente Socialista en la 2da Conferencia Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino celebrada del 15 al 17 de mayo en Ciudad de México.