| Publicado el 30 junio 2002
Juan Meléndez
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Bandera Roja
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Es sorprendente como los Estados Unidos se pinta como el gran defensor de los derechos civiles mientras acusa a la hermana nación cubana de violar los derechos civiles. Sin embargo, cinco patriotas cubanos se encuentran en cárceles norteamericanas con abundante evidencia que sus casos fueron manejados de forma ilegal.
Sospechas sobre la legalidad de los arrestos comenzaron con el anunció d e la acción gubernamental por dos reaccionarios congresistas relacionados a los cubanos exiliados de Miami. El FBI le filtró la información, aunque estos congresistas no ocupan posiciones en los comités de seguridad ni inteligencia.
Los cinco jóvenes cubanos admitieron que infiltraron las organizaciones del exilio para monitorear sus actividades violentas contra Cuba. Por eso, se volcó una campaña de odio contra los patriotas en todos los medios bajo el control de los exiliados cubanos de Miami que impidió un juicio justo.
No hubo una sola evidencia que los cinco jóvenes amenazaron la seguridad nacional de los Estados Unidos. Los cinco jóvenes nunca pretendieron buscar información sensitiva ni monitorear las actividades que pudiera perjudicar la seguridad los Estados Unidos. Sus acciones de inteligencia se limitaron a las organizaciones violentas de los cubanos del exilio. Sin embargo, no se les permitió mudar su juicio a un lugar menos cargado en su contra. Tampoco tuvieron un acceso libre a sus abogados durante su encarcelamiento previo al juicio.
En el mismo juicio, se manipularon las pruebas y los testigos. También se descalificaron documentos oficiales que esclarecían los hechos. En el alegato presentado por el compañero Ramón Labañino Salazar en la vista de sentencia celebrada el jueves 13 de diciembre del 2001, él dice, “Nosotros, que hemos dedicado nuestras vida a luchar contra el terrorismo, a evitar que actos tan atroces como estos ocurran; que hemos tratado de salvar la vida de seres humanos inocentes no sólo de Cuba, sino del propio Estados Unidos; hoy estamos aquí en está Sala para que se nos condene precisamente por evitar actos como estos. ¡Esta condena no puede ser más irónica e injusta!”
“En las propias palabras del presidente George W. Bush de este país, a nombre del cual hoy se me pretende condenar, se expresan claramente las razones por las cuales vinimos a Estados Unidos y hoy estamos en está Sala”
“Desde está misma ciudad de Miami se ha planificado, organizado y dirigido el terrorismo contra mi país, Cuba. Desde aquí se patrocina a los terroristas y sus actos, se les alienta y financia, se les da albergue (sólo por mencionar un reconocido caso, por las calles de Miami camina libremente un terrorista y asesino no sólo de cubanos, sino del pueblo de Estados Unidos, Orlando Bosch); y lo más penoso de todo es que está sucede con el conocimiento y la anuencia de las autoridades de este país. Baste con leer detenidamente toda la evidencia de nuestro caso, que es plena en todo este tipo de acciones terroristas.”
Hoy día, los jóvenes se encuentran en cinco diferentes cárceles de Estados Unidos y bajo condiciones en extremo difíciles. No se pueden poner en contacto con amigos y familiares, hecho que está en contra de la Carta de la ONU sobre el trato a prisioneros.
El colectivo de Bandera Roja exige la excarcelación inmediata de los cinco cubanos.