Federales en guerra contra los derechos civiles

Foto del avatar

| Publicado el 13 agosto 2002

Edgardo Román
info@bandera.org
Bandera Roja
www.bandera.org

A pesar de que se jactan de repetir lo contrario, Estados Unidos no cuenta con un sistema político respetuoso de los derechos ciudadanos. En ese sentido no son muy diferentes de los enemigos que combaten.

Bush ha declarado a José Padilla y Yaser Hamdi como «combatientes enemigos» por alegados vínculos con los talibanes. Basta con la determinación presidencial para que de golpe y porrazo se le nieguen los más elementales derechos que todo acusado tiene ante una acusación criminal. A ambos se les ha negado el derecho a ver a un abogado y a un juicio rápido. Han sido detenidos sin formulación formal de una acusación. Se les ha encarcelado en una instalación militar sin contacto alguno con familiares y no se les ha reconocido el derecho a apelar la determinación ejecutiva que les condena a prisión sin haber sido juzgados. Para los denominados «combatientes enemigos» no hay derechos básicos. Se les castiga con el terror de un encierro sin término ni posibilidades de recuperar su libertad o de demostrar su inocencia. El gobierno no ha tenido que convencer a un jurado de que son culpables de algún delito más allí de toda duda razonable. Ni siquiera le han informado de que se les acusa. El caso del boricua José Padilla llama la atención puesto que siquiera fue arrestado en combate o estando en Afganistán, ni se le ocupó armas en el arresto.

El sistema judicial federal, llamado a velar por el cumplimiento de las leyes y de los derechos ciudadanos, se ha confabulado en el esquema represivo al extender una deferencia a la determinación ejecutiva y al negarse a obligar a los federales a respetar los derechos que todo acusado tiene por virtud de la Constitución. En el caso de Hamdi, la Corte Federal para el Cuarto Circuito de Apelaciones le negó el derecho a ver a un abogado y reconoció que el gobierno federal podía mantenerlo incomunicado en una instalación militar.

La situación de los ciudadanos americanos arrestados por sus vínculos con los talibanes ha provocado diversas reacciones en los EU La Asociación Estadounidense de Abogados (AEA) denunció la situación y promueve una serie de medidas que permitan un trato justo a los sospechosos de ser un combatiente enemigo. Han propuesto permitir asistencia legal y legislar algún proceso que permita una revisión judicial de la orden presidencial que declara a una persona como combatiente enemigo. Estos han criticado la posición de las autoridades de detener indefinidamente a cualquier ciudadano americano por meramente considerarse sospechoso de ser un comba-tiene enemigo.

Las restricciones e incluso la derogación de los derechos civiles durante los períodos de guerra ha sido uno de los principales mecanismos de represión utilizados por los federales en contra de los ciudadanos. Durante la Segunda Guerra Mundial, por ejemplo, encarcelaron en campamentos a miles de ciudadanos de origen japonés.

Recientemente el FBI enmendó su reglamento interno para liberalizar sus investigaciones contra los grupos que consideren sospechosos. La lucha contra el terrorismo no puede ser excusa para la negación de derechos civiles. Lo que está sucediendo con los denominados combatientes enemigos ahora podrá también pasar con nosotros. No lo permitamos.

Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.