| Publicado el 30 noviembre 1998
Daniel Ramírez
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Bandera Roja
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El paso del Huracán Georges ha causado que la agencia Federal Emergency Management Agency (FEMA) del gobierno de los Estados Unidos está desembolsando varios millones de dólares en Puerto Rico. Aunque este desembolso ha sido hecho con lentitud e ineficiencia, lo que ha causado muchas criticas, la entrega de dinero ha sido presentada por el gobierno del Partido Nuevo Progresista como una «ayuda generosa», que muestra los beneficios de la «relación» con los EU está ha sido una parte importante de la campaña pro-estadidad para el plebiscito de diciembre. Lo que el gobierno oculta es que los fondos de FEMA provienen de un seguro que pagan gran parte de los dueños de propiedades en territorio bajo dominio norteamericano, por lo que las contribuciones de los puertorriqueños al seguro compensan los gastos actuales de está agencia.
La entrega de los fondos de FEMA ha sido coordinada directamente entre el gobierno central de Puerto Rico y la agencia, marginándose a los alcaldes, que incluso son mayoritariamente nuevo-progresistas. está ha tenido el efecto de resaltar el papel del Gobernador, quien ha llevado el impulso principal de la campaña pro-estadidad.
Decenas de miles de viviendas han sido seriamente afectadas por el huracán. está significa que un importante sector de la población ha quedado en unas condiciones de extrema pobreza y de mayor dependencia de las ayudas gubernamentales que antes del siniestro. Son cientos de miles de personas que el Gobernador cree poder comprar a la causa anexionista con los millones de dólares de FEMA que está distribuyendo en estos meses.
Pero la ineficiencia y mala fe de la propia FEMA le han creado problemas a ese propósito. A días del huracán, en los momentos de mayor necesidad, los servicios de FEMA se limitaron a números de teléfono, muchos de los mismos solo en inglés, cuando la gran mayoría de los damnificados no hablan ese idioma y no tenían teléfono. Luego han establecido como requisito para trabajar con dicha agencia el ser bilingüe, cuando la inmensa mayoría del público que van a atender solo habla español. Estas medidas, entre otras, solo han servido para racionar y reducir los pagos que FEMA tiene que desembolsar.
Resulta que los puertorriqueños que son propietarios en zonas inundables (y en nuestro país muchas son consideradas como tales) tienen que pagar un seguro a FEMA. este se calcula en unos 20 millones de dólares anuales. Desde 1990 (el año siguiente al Huracán Hugo) FEMA ha cobrado unos $180 millones de dólares. está suma compensa los desembolsos que está realizando la agencia actualmente.
Un seguro de este tipo no es exclusivo de los EU Varios otros pases a través del mundo lo tienen. Puerto Rico podrá tener uno igual y administrarlo para su beneficio completo. De hecho, quien más se beneficia del seguro de FEMA es el estado de la Florida, que es la región de los EU más regularmente azotada por los huracanes, así como por tornados y otros desastres naturales.
De la misma forma, los servicios prestados por miembros de las fuerzas armadas norteamericanas tras el Huracán representan un pago bajísimo, si tomamos en cuenta que los EU no pagan ni un centavo por las tierras que ocupan sus bases. En otros pases Washington tiene que pagar una millonada por alquilar estas tierras.
En conclusión, los gastos del gobierno norteamericano tras el Huracán no son una «ayuda», son un costo menor en ese gran negocio que representa Puerto Rico.