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BREL1| Publicado el 22 febrero 2015
La compañía Innovation Wireless Group pretende montar una nueva torre para antenas entre los barrios de Arenas y Salto Arriba de Utuado. En un país en que ya llegan a cerca de dos mil torres y más de veinte mil antenas, no sólo es innecesario, absurdo, sino abusivo. Hay estudios, (cientos, realizados por entidades universitarias y de defensa de los seres humanos) serios y contundentes que revelan y demuestran que las ondas emitidas por estas antenas causan graves daños a la salud de los seres humanos. Evidentemente quienes se benefician económicamente con su instalación rechazan dichos estudios. Son tan cínicos que niegan la existencia de dichos estudios o su veracidad.
La compañía inició la remoción de flora y tierra durante los días de navidad para evitar que l@s vecin@s se percataran y dieran la voz de alarma entre ell@s e iniciaran cualquier gestión que pudiera paralizar sus trabajos. Además no realizaron vistas públicas para conocer el sentir de las personas de la comunidad, no se colocó ningún letrero que indicara lo que se iba a llevar a cabo, tal y como lo exige la ley. Tampoco cumplieron con notificarles a l@s vecin@s sus intenciones. Bueno sí lo hicieron, pero con la salvedad de que de siete personas a las que se acercaron cinco fallecieron hacía ya varios años.
Durante la mañana del sábado 17 de enero varios vecinos intentaron detener los camiones que llevaban concreto para rellenar el enorme hoyo que hiciesen para cimentar las bases de la torre. Hasta allí llegó un personaje que se identificó como Ramírez y empleado de la companía Innovation Wireless Group. Trajo como argumento que la construcción de la torre era parte de un reclamo de la Universidad de Puerto Rico para dotar a su emisora de una mejor señal en el área. Inmediatamente añadió que sólo era para obtener data (debió decir datos) y pasó a completar su perorata comentando que para el año 2018 habría quinientas torres adicionales en Puerto Rico por requerimientos federales, así que no habría por qué oponerse a ésta.
Los camiones con cemento consiguieron llegar hasta su objetivo con el apoyo de la policía. Lo que no se cuestionó, ni entendió o le importó cuando se le explicó al prepotente y arrogante teniente Rivera de Adjuntas, fue la manera falsa y fraudulenta en que la compañía obtuvo los permisos. En Utuado continuaremos repudiando y luchando desde todos los frentes posibles contra la instalación de esta torre tal como lo hicimos contra el gasoducto.