| Publicado el 11 agosto 2019
Hay que sacar al PPD y al PNP. Ambas organizaciones son mafias saqueadoras organizadas como partidos políticos electorales. La diferencia entre Vito y Michael Corleone, personajes de la famosa película “El Padrino” y el PNP-PPD es que los primeros ganaban dinero con juegos ilegales, prostitución y contrabando, mientras los segundos ganan dinero robándoselo a las escuela públicas, a los hospitales públicos, a la universidad pública. Amasan fortunas robándole a los pobres.
Pero es importante que entendamos que con todo lo canalla que es el PPD y el PNP, ellos son socios menores de otros mafiosos: los ricos puertorriqueños. Y cuando hablo de ricos no me refiero a un comerciante que tras trabajar su negocio 40 años se pudo comprar un bote o un Mercedes Benz. No me refiero a un abogado o médico que se gane 100 mil ó 200 mil pesos al año trabajando.
A los ricos a los que me refiero es a los Fonalledas, los Ferré, los Carrión, los Rosselló, los Nevarez y el resto de esa clase social parasitaria que viven del mantengo del gobierno. Esos son los verdaderos mantenidos. Son escoria humana. Se enriquecen y viven a todo lujo a cuenta de la pobreza de la inmensa mayoría de nuestro país.
Mientras miles sufrimos los estragos del paso del huracán María, un sector de los ricos puertorriqueños organizó lo que se conoció como “Unidos por Puerto Rico”. Tras la inocente frase “Puerto Rico se levanta” se escondieron para amasar fortunas.
La verdad histórica que el chat de la manada azul ha sacado a la luz pública es que Unidos por Puerto Rico era un frente para esconder la mafia Ricos-PNPPPD. Recogieron sobre 40 millones de dólares y se los robaron. No entregaron la ayuda humanitaria porque se la repartieron entre ellos. Incluso le dieron directrices al gobernador de pacotilla Ricky Rosselló de que no repartiera el AGUA que estaba siendo donada por la ayuda internacional. Walmart y Coca-Cola, que eran parte de la Junta de Unidos por PR, le ordenaron a Ricky que el agua no se iba a seguir regalando porque afectaba sus ventas. NUESTRA GENTE MURIÓ MIENTRAS WALMART Y COCA-COLA SE ENRIQUECIERON. Son unos asesinos y como tal debemos tratarlos. Exijamos que sean encausados criminalmente todos los responsables de las más de 4,645 muertes tras María.
Llegó nuestro momento de salir a la calle y perseguir a esos asesinos de traje y corbata dondequiera que se encuentren. Pongámosle cara. Tirémoslos al medio donde quiera que los veamos. Vamos a caerle a dónde ande Richard Carrión. Vamos a caerle donde ande el presidente de Coca-Cola y el de Walmart. Vamos a repudiarlos y que ellos sientan la angustia que sentimos nosotros al ver a nuestros familiares morir y tener que enterrarlos en nuestros patios.
Llegó el momento de ajustar cuentas. Yo estoy bien puesto pa eso. ¿Y tú?