Personas en protesta Calle Resistencia, San Juan Puerto Rico

Llamado del MST a votar por la alianza

Por

Movimiento Socialista de Trabajadoras y Trabajadores

| Declaración Pública

| Publicado el 20 septiembre 2024

El Movimiento Socialista de Trabajadorxs hace un llamado al país a votar en las próximas elecciones generales por la Alianza que promueven el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) y el Movimiento Victoria Ciudadana (MVC). Luego de un extenso proceso de reflexión al interior de nuestra organización, y de conversaciones con sectores de lucha dentro y fuera del PIP-MVC, hemos llegado al convencimiento de que un resultado electoral contundente de la Alianza adelanta los mejores intereses de la clase obrera y los sectores en lucha de nuestro país.

Nuestro análisis parte de varias premisas históricas que continúan siendo vigentes al presente:

Puerto Rico es una colonia capitalista. Como tal, el proceso electoral no es democrático, pues parte de unas desigualdades estructurales en donde la clase capitalista cuenta con los recursos y las estructuras para competir en clara ventaja sobre el pueblo trabajador. Además, la bota yanqui opera conjuntamente como tiburón en la orilla velando por la preservación del estatus colonial y sus intereses económicos y geopolíticos.
El proceso electoral en Puerto Rico tiene el efecto de crear la ilusión de poder popular para incidir en los cambios sociales. Esto se amplifica cuando quienes participan no ejercen su campaña de manera crítica al proceso mismo.
La lucha dentro del proceso electoral puede ser efectiva, dependiendo de cada coyuntura, para denunciar los males de la colonia capitalista, a la vez que se impulsan medidas de reformas que permiten respiros a la clase obrera, o cuando menos anuncien las políticas a las que aspiramos en una sociedad libre y socialista.
La participación electoral, al igual que los demás métodos de lucha, son herramientas y como tal, se utilizan a la luz de la efectividad que se calcule pueda tener en cada coyuntura. Votar o no votar no es para el MST un asunto de principios.
Las elecciones generales no son un instrumento para resolver el problema colonial. Sin embargo, es fundamental la postura que al respecto se presente por quienes aspiran a gobernar la colonia. El MST se reafirma en que la única opción descolonizadora es la independencia y que la estadidad no es otra cosa que una modalidad de la colonia. En este contexto, cualquier proceso descolonizador, como podría ser la asamblea de estatus, entre otras posibilidades no debe promover alternativas coloniales.

Es en este marco que hemos identificado varios factores fundamentales que caracterizan el estado actual de la coyuntura nacional:

La crisis económica, producto de la quiebra del modelo colonial, ha pasado factura a la clase obrera y a los sectores marginados de nuestro país. El modelo neoliberal con las privatizaciones; los despidos y recortes de los servicios públicos; los recortes a los derechos laborales; los ataques a los derechos de las mujeres, en particular los derechos reproductivos; los derechos de la comunidad LGBTQ+; y el proceso de desplazamiento y destrucción de nuestros recursos naturales, son reflejo de un sistema que raspa la olla para sostenerse en medio de la crisis.
Los sectores de lucha de la clase obrera han sido duramente golpeados, y esta debilidad nos ha limitado en desarrollar una respuesta clasista y antiimperialista lo suficientemente sólida como para contener la ofensiva neoliberal.
La crisis económica nos ha pegado duro; lo que explica que, a pesar de la debilidad organizativa, el pueblo haya mostrado su descontento con el país que vivimos. Dicho descontento se refleja en el desgaste de los partidos gobernantes, y en importantes procesos de lucha esporádicos como el Verano del 19, los resultados electorales del 2020 y las luchas obreras por mejoras salariales, como el Teacher Flu de 2022.
La comodidad histórica que ha disfrutado el PNP-PPD, al ser las únicas alternativas de triunfo, les ha permitido mantener control de las instancias de gobierno y de un sinnúmero de espacios económicos, políticos y sociales, creando las condiciones para que puedan generalmente gobernar en beneficio de la burguesía sin mayor costo político.
La Junta de Control Fiscal ha sido la muestra más elocuente de la quiebra de la colonia y del carácter dictatorial del sistema en que vivimos. Esto representa la más evidente contradicción del discurso de que vivimos en una democracia y de que EE. UU. nos respeta. Además, la creación de este instrumento colonial es producto directo de los intereses tanto del Partido Demócrata como del Republicano. Estos partidos han mantenido una actitud similar ante Puerto Rico, y por lo tanto son enemigos de nuestro pueblo y como tal tienen nuestro repudio.
La receta neoliberal ha sufrido un cortocircuito con la privatización del sistema eléctrico. Esto ha provocado un descontento popular ante el pésimo servicio y la falta de un proyecto que brinde la confianza de una mejoría tanto en el servicio como en los costos.
La respuesta a la crisis tiende históricamente a fortalecer las versiones más reaccionarias, machistas y violentas dentro del espectro de la derecha. El fortalecer con contenido socialista el amplio espectro de izquierda es el antídoto.

Como organización socialista que todos los días trabaja por el desarrollo de la organización de la clase obrera, aspiramos a contribuir a una propuesta independiente que represente sus intereses: una propuesta que se apoye de todos los métodos de lucha que, usados estratégicamente, puedan derrotar al sistema capitalista, colonial y patriarcal. En ese proceso de acumulación de fuerzas y de desarrollo, vemos la lucha contra la privatización como una fundamental para evidenciar las contradicciones de clase del sistema actual. Insertar este tema en el debate público y organizar a las masas alrededor de esta visión es nuestra tarea inmediata y urgente.

Para ello, hemos lanzado una ofensiva en la calle y en los medios. La Privatización Fracasó es la consigna de esta campaña. En ella se ataca esta política neoliberal, reconociendo la derrota sufridaal no haber podido contener su implantación, pero también identificando que ya el pueblo puede palpar sus nefastos resultados, y que es urgente revertirla mediante la movilización popular.

Tanto el PIP como el MVC han demostrado firmeza en alinearse en contra de las políticas de privatización. Ciertamente, hay matices sobre el tema, pero no nos cabe duda de que una victoria de la Alianza, o un resultado contundente de amplio crecimiento en escaños municipales y legislativos, tendrá un efecto de contener la agenda neoliberal que impulsa el PNP-PPD. El hecho de que la candidatura de Juan Dalmau se perciba como la amenaza mayor al PNP, ha permitido que este tenga una mayor exposición en los medios. Este espacio lo ha sabido aprovechar para poner de manifiesto el fracaso de la privatización de la energía eléctrica, entre otros renglones en que coincidimos. Nuestro apoyo en las candidaturas de la Alianza parte también del reconocimiento de que existen importantes sectores en ambos partidos que asumen posturas clasistas tanto en su discurso como en la práctica. Esperamos que estas tendencias se fortalezcan en este proceso electoral y que esto permita radicalizar a ambos partidos.

Un voto por la Alianza no implica asumir la totalidad de la plataforma electoral. El MST mantiene su independencia de criterio y, en el mejor interés de la clase trabajadora, seremos críticos a las políticas y acciones que entendamos erróneas. Igualmente, reconocemos que existe una larga lista de candidaturas municipales, legislativas y nacionales que requiere un análisis particular de cada una. Esto implica que no apoyaremos candidaturas de personas que se identifiquen o tengan historial de ataques a la clase obrera, a las mujeres, a las comunidades o sectores históricamente oprimidos. Por otra parte, existen importantes ejemplos de candidaturas de compañerxs que tienen un historial de lucha respetable, y que les conocemos por estar codo a codo con nosotrxs en la defensa de nuestro pueblo. A estas candidaturas las apoyaremos con mayor vehemencia, de manera que se fortalezca el polo que consideramos más cercano a nuestras posturas socialistas.

Nuestro apoyo a la Alianza será, en conclusión, una manera de darle al voto un contenido clasista y enviar un mensaje en contra de la privatización. Promovemos desde las bases una alianza en la acción contra quienes quieren despojarnos de todas las esperanzas de construir un país más igualitario, justo y solidario. Aspiramos a que este proceso ayude a fortalecer las diversas organizaciones de lucha mediante la suma de voluntades para derrotar a los principales partidos colonialistas y que promueva la apertura de nuevas opciones que magnifiquen las contradicciones de la colonia capitalista.

Seguiremos en la calle, los centros de trabajo, comunidades y demás espacios de la clase trabajadora fortaleciendo las instancias de resistencia que sumen hacia una mayor conciencia de clase y una ruptura con la opresión capitalista, colonial y patriarcal.