El pasado 3 de marzo la jueza federal Taylor Swain, encargada de atender los casos bajo la ley PROMESA, acogió la solicitud de la Junta de Control Fiscal (JCF) y declaró nula la Ley 41 de 2022. Esta ley devolvía importantes derechos a la clase trabajadora que habían sido eliminados por la mal llamada Ley de Reforma Laboral aprobada bajo la gobernación de Ricardo Roselló.
Políticxs colonialistas han echado la culpa a la manera negligente en que el gobierno de Pierluisi defendió esta ley ante el Tribunal. Pero no es menos cierto que la Junta y la jueza Swain llegaron escondiendo las garras y ahora no disimulan sus intenciones de imponer su visión imperialista y neoliberal. Al igual que como aplastaron la Ley de Retiro Digno para lxs empleadxs públicxs, hoy se encargaron de eliminar los derechos limitados que contenía la Ley 41.
Cuando afirmamos que esto fue una movida neoliberal nos referimos a la visión política que impulsan los sectores capitalistas de abolir cualquier legislación protectora de lxs trabajadorxs, bajo el cuento de que a menos derechos para lxs trabajadorxs, más próspera es la economía del país. Esa prosperidad es para lxs ricxs. Para el pueblo se traduce en austeridad y falta de oportunidades de salir del hoyo.
La sentencia argumentó que el gobierno de Puerto Rico no justificó el impacto económico de la ley, ni si la misma afectaba el Plan Fiscal de la Junta. Sin embargo, al declarar nula la totalidad de la ley se eliminaron de un plumazo derechos que en nada afectan la economía y los recaudos del gobierno. Debemos señalar que esta ley era para mejorar derechos de lxs trabajadoxs en el sector privado. Derechos como días de vacaciones, periodo probatorio y términos para poder demandar en casos de despidos injustificados fueron algunos de los que se eliminaron. Lxs abogadxs de la Milla de Oro, que defienden a lxs patronxs, están celebrando particularmente que se eliminó la disposición que establecía que, en los casos de despido injustificado, era el patrono quien tenía que probar las razones del despido. Ahora tendrá que ser la persona afectada quien tendrá que demostrar que fue despedida sin justa causa. Esto dificulta grandemente que estos casos puedan prosperar, ya que usualmente la prueba para ello está en manos del patrono.
Si bien repudiamos esta decisión, la misma nos debe servir de recordatorio que tanto la JCF como el gobierno de Puerto Rico son empleadxs de los patronos y lxs ricxs. Es por ello que la clase trabajadora no debe esperar nada de esta gente. Nos corresponde buscar alternativas que sirvan para frenar la ofensiva neoliberal.
El Movimiento Socialista de Trabajadorxs (MST) está convencido que la manera de mejorar las condiciones de trabajo en el sector privado es mediante la organización obrera. La organización de sindicatos en el sector privado es una necesidad urgente. La crisis económica que vivimos nos seguirá pasando factura y la Junta seguirá poniendo el peso en nuestras espaldas mientras no nos organicemos y nos levantemos a exigir cambios radicales.
La historia está ahí para respaldar nuestra postura. Desde los derechos de la jornada de 8 horas hasta las leyes de protección a las madres obreras, fue la clase obrera organizada en sindicatos quién logró estas conquistas. Al presente, en los espacios del sector privado (y público) donde existen sindicatos militantes, sus derechos son superiores a lxs de trabajadorxs de la misma industria sin organización sindical.
Si no sabes cómo empezar a organizarte sindicalmente, puedes comunicarte con el MST para orientación y apoyo.