Por
BREL1| Publicado el 15 febrero 2015
Mientras la economía colonial se desmorona el Partido Popular Democrático se vale de mil y una manera de engañar al pueblo para mantener a flote las arcas del gobierno.
Por fortuna, o por desgracia, han sido hasta flojos en eso. El intento fallido de manipular la opinión pública para imponer el impuesto sobre el petróleo le tumbó al gobernador Alejandro García Padilla la poca credibilidad que tenía. Las fotomultas les rebotaron en la cara también cuando se desenmascara el intento de financiar el déficit fiscal por medio de las multas, y más recientemente se ha revelado el robo en las multas de autoexpreso. En medio de toda esta madeja de mediocridad, mala fe y cinismo sale a relucir que un amigo del alma está guisando con un contrato de arrendamiento del CESCO de Carolina.
Pero por favor, no divaguemos en el chisme. Enfoquémonos en lo que verdaderamente importa: más allá de la corrupción el Estado Libre Asociado se encuentra en una crisis fiscal producto de la crisis económica del capitalismo colonial. Ante el decrecimiento en el sector industrial y comercial, el alto nivel de desempleo, y los pobres salarios el gobierno ha visto una reducción relativa de sus ingresos lo que ha llevado a múltiples decisiones que profundizan aún más la crisis: cesantías en el gobierno incrementando el desempleo, aumentos en los impuestos incrementando el costo de la vida de la gente, y reducción en las contribuciones a los ricos profundizando la desigualdad.
La propuesta de implantar un Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) como sustituto a las contribuciones sobre ingresos es un engaño, se trata de enrredar la discusión de la gente entre si el IVA es mejor o peor que el IVU cuando lo que esconde es un incremento en los impuestos sobre la gente común. De nada serviría un cambio en el esquema contributivo que deje los recaudos iguales, tampoco vale la pena hacer todo un cambio radical si lo que va es a mejorar la captación ( o evitar evasión) del IVU.
Los impuestos sobre el consumo son impuestos altamente regresivos, esto quiere decir que afectan más a los que menos tienen. Tanto el IVA como el IVU afectan más a los sectores trabajadores pues por el alto costo de la vida tienden a consumir la totalidad o la inmensa mayoría de sus ingresos. Un incremento en el costo producto de un IVA podría redundar en un empobrecimiento de los sectores de más bajos salarios, incapacidad de adquirir bienes de mayor costo, una dependencia mayor en el endeudamiento personal o una modificación en el consumo hacia bienes de menor calidad.
El Movimiento Socialsita de Trabajadores se ha manifestado firmemente en contra de la implantación de impuestos sobre el consumo y que sean los sectores que acumulan riquezas los que paguen lo adecuado. En los últimos 10 años estos sectores han recibido múltiples reducciones en las contribuciones sobre sus riquezas, mientras que la clase trabajadora vió vario incrementos. Es hora que se revierta esta tendencia y ¡Que la crisis la paguen los Ricos!