| Publicado el 2 noviembre 2020
Tras quejas de vecinos del sector Las avispas, del barrio Sabana Grande de Utuado, Wilson Viruet Ríos, asambleísta del PIP, investigó un accidente con una máquina municipal. Encontró que al momento de prestar sus servicios a la ciudadanía utuadeña, el director de Obras Públicas municipal (OP) había faltado a sus deberes y responsabilidades.
Según Viruet, el Garaje Municipal se utiliza para que gente privilegiada sea favorecida con un periodo de espera menor de tiempo por el servicio, mientras otras personas esperan por meses y meses para que les hagan un recogido de escombros y derrumbes o la limpieza de caminos y carreteras. Como prueba de ello, la boleta de solicitud de servicios para el trabajo que Viruet y Allbarrán han indagado tiene la misma fecha en que comenzaron las labores.
“Cuando comenzamos a preguntarnos qué había ocurrido, nos preocupaba la pérdida de un equipo costoso, que se utiliza para dar servicio a la gente de Utuado. Y peor, nos enteramos de que el accidente por poco le cuesta la vida al maquinista”, señaló Jurissan Albarrán Rodríguez, quien se unió a Viruet para investigar lo sucedido. La máquina cayó por un barranco de más de 1,500 pies.
Los hallazgos de Albarrán y Viruet mostraron que hubo negligencia de parte del director de OP del municipio de Utuado, Marcelino Orama, cuando debía cumplir con los procedimientos y protocolos a seguir en caso de prestación de los servicios de la entidad municipal. Entre las fallas, Albarrán y Viruet destacaron que la boleta de solicitud de servicios para el uso de la máquina estaba incompleta. Además, en la solicitud se especificaba que el trabajo sería de limpieza de caminos en la finca, no obstante, la labor consistió en preparar tres solares para cabañas, como parte de un negocio que se piensa desarrollar en el área.
Viruet hizo claro que Orama debió, según el reglamento del garaje municipal, supervisar el lugar del trabajo, verificar que la labor respondiera a la petición del solicitante y que exigiera la documentación y permisos que fueran necesarios. Esto podría incluir el permiso de Recursos Naturales. Orama ni se presentó al lugar ni envió un supervisor para que realizara estas gestiones.
“Por otra parte no se puede olvidar que un trabajador utuadeño estuvo a punto de morir en el accidente, porque se incumplió con el reglamento”, denunció Albarrán. “Se tiró a la chatarra un equipo prácticamente nuevo, cuyo costo se estima entre 90 mil y 110 mil dólares y, para colmo, ninguna de las máquinas recién compradas por el municipio ha sido rotulada debidamente, lo que dificulta que puedan ser identificadas”, aseveró Viruet.
Viruet presentó una resolución para que el caso fuera investigado por la asamblea municipal y para que se adjudiquen responsabilidades. Se creó una comisión que ha permitido, hasta ahora, demostrar que Orama no cumple adecuadamente con las obligaciones que le competen a su cargo. Los trabajos de la comisión aún no han concluido.
Tanto Albarrán como Viruet esperan que la investigación de la comisión traiga resultados positivos para las y los residentes de Utuado. Con respecto a Orama, se espera, al menos, que sea separado de sus funciones como director. “Pero esto tiene que ir más lejos, tiene que ayudar a sanear la administración utuadeña, esté quien esté en la alcaldía, y servir de ejemplo y estímulo para que la oposición política siempre fiscalice las ejecutorias del alcalde y sus subalternos, que a final de cuentas lo representan”, concluyó Viruet.