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BREL1| Publicado el 19 mayo 2015
Foto destacada: Radio Huelga
¿Que tenemos?
En las pasadas semanas el movimiento estudiantil ha protagonizado la oposición a la reforma contributiva del gobierno y los recortes presupuestarios. De forma aparentemente repentina el movimiento estudiantil se lanzó al tablero político realizando asambleas, protestas, y paros en varios recintos. Comenzando con Mayagüez y Ponce, se ha generado una dinámica donde el recinto de Rio Piedras no es quien da el primero paso. Creo que es una señal positiva en cuanto a la capacidad de respuesta de otros recintos, pero también merece un análisis ¿Qué ha pasado en los otros recintos que no ha pasado en Rio Piedras? Sin embargo, el movimiento estudiantil de Rio Piedras lleva oponiéndose discursivamente al proyecto de austeridad que ahora se impone desde el año pasado[1], cuando protagonizaron un paro de 24horas (el primero desde las huelgas universitarias de 2010-2011).
Aunque el discurso sigue siendo el mismo[2], la organización y el contexto han cambiado dramáticamente. Tenemos ahora varios recintos movilizados, la ruptura con las posiciones de presidencia, y un movimiento que a paso acelerado va cogiendo forma. Ya hay comunicación directa entre varios recintos universitarios, y la posible delineación de una estrategia conjunta de ejercer presión. Tenemos de frente también cosas que se cargan desde los pasados procesos huelgarios: 1) legitimidad del pueblo 2) el rejuvenecimiento constante de caras 3) la energía de la juventud 4) la cultura de lucha y participación directa en la toma de decisiones 5) la legitimidad de la lucha por la educación. A esto se le añade la consistencia en nuestra denuncia, por ejemplo: la participación en la organización y la marcha contra el IVA convocada por universidades privadas y la continuidad que hemos tenido desde el año pasado en la denuncia de recortes e impuestos. En el plano de la oposición a nivel nacional, ya tenemos que estar claros y claras que hasta ahora somos la única fuerza organizada que se ha estado oponiendo activamente a esta última ronda de paquetes de austeridad. Esto último es importante porque nos da, querámoslo o no, la potavocía y la dirección de cómo se dará la resistencia a estas políticas de aquí al 30 de junio.
Hay sin duda una nueva generación de jóvenes que recién comienza a experimentar lo que es la lucha pero también hay muchos que llevan encima experiencias pasadas, en ocasiones esto podría ser una carga. En ese sentido, cualquier estrategia que se delinee, tiene que contemplar esta combinación desigual que podría ser una fortaleza si se potencia el desarrollo combinado de ambas partes. L@s nuev@s tienen la energía que l@s viejos tienen que recuperar, y l@s viej@s la experiencia de los pasados procesos que tendrán que combinar con las nuevas ideas y exigencias del momento. En ese sentido, el traspaso de experiencia y dirección debe ser prioridad en todo el proceso, precisamente fue esto lo que falto del ciclo de movilizaciones del 2010 y 2011.
Discurso amplio, claro, y agresivo
Ya va quedado clara la diferencia entre la base estudiantil y los intereses institucionales. Muchos recintos ya se han posicionado en contra de mayores impuestos, de recortes al presupuesto del país, incluso se ha comenzado a plantear un discurso amplio que invite a estudiantes de universidades privadas, y que no solo se limite a la UPR. Ejemplo de esto es el apoyo a reuniones o asambleas interuniversitarias ratificadas en los plenos y asambleas estudiantiles de varios recintos. No obstante entre la base estudiantil aun no organizada y los consejos estudiantiles sigue un pulseo que amerita resolverse para la creación de una estrategia conjunta. Esto se debe en parte a que el grupo más organizado son los Consejos de Estudiantes. Posiblemente esta fue la razón por la cual el gobierno se sentía en la confianza de hacer que Urayoan Walker movilizara la universidad. El tiro les salió por la culata.
Los grupos de bases de los diferentes recintos deben asumir también portavocía del movimiento y no dejar el terreno abierto solo a los consejos. Resulta problemático que quienes están día a día en las calles no tengan forma de reclamarle a quienes están hablando a nombre de ellos. Desde la marcha a la Fortaleza el discurso se ha ido aclarando. Con la actividad de cierre del paro de 48 horas del Recinto de Rio Piedras, los estudiantes comenzaron a apuntar hacia una dirección, la culpabilidad del gobierno de la crisis, la deuda y el privilegio que gozan los millonarios a costas del pueblo. Sin embargo, falta por que se generalice el discurso a otros recintos y se clarifiquen las exigencias a corto plazo. Solo con la claridad y confianza en nuestras ideas es que vamos a poder retar la narrativa dominante del gobierno y convencer al país a salir a la calle.
Por otro lado, hay que ser más enfáticos. La proyección de la urgencia real de que esta dinámica se resuelva a favor del pueblo antes del cuadre del presupuesto, tiene que ser prioridad en el discurso. Tenemos 30 días para amasar y proyectar la suficiente fuerza que los haga dudar en aprobar un presupuesto el 30 de junio que incluya mayores impuestos y recortes al pueblo y más privilegios a inversionistas y bonistas. Propuestas concretas existen hace tiempo, eso no falta. Lo que falta es la voluntad política para llevarlas a cabo. Hay que hacer que nos hagan caso.
La apertura para incluir a estudiantes de privadas hay que aprovecharla para hablar de la juventud en términos amplios. Tenemos que hablar del futuro, de los jóvenes y las próximas generaciones. Proyectar con nuestras acciones y demandas la urgencia de salir a la calle, como generación, en el presente. ¿Qué país vamos a tener de aquí a los próximos 5 a 10 años?
Una estrategia para ganar la pelea
En este contexto se habla mucho de las pasadas huelgas, incluso much@s tienden a comparar lo que se está dando ahora, con lo que se dio en el 2010. Las condiciones son diferentes, la comparación no debe buscar concluir si un proceso parece ser mejor que el otro, sino ver qué aprendimos, qué podemos aplicar y qué hay que trascender. El ciclo de luchas del 2009-2011, se caracterizó por una combinación de una confrontación leve con el estado (mantenerse en los portones y convocatorias de marcha) a una confrontación más agresiva (piquetes en oficinas de síndicos, reto al estado policial en el recinto, paralización de carreteras con desobediencia civil, etc.). Incluso, a veces se confunde la huelga como sinónimo de luchar. Hay que tener cuidado con argumentar la huelga como único mecanismo de lucha. Por eso no creo que el debate sea entre si ir a la huelga o no, sino como vamos a crear un plan de acción que organice, presione y movilice en el contexto de verano para estar en una mejor posición en agosto.
La reflexión que surge del paro de 48 horas en Rio Piedras nos sugiere que los estudiantes están respondiendo a convocatorias claras de actividades. A pesar de haber una baja participación en la noche del paro, decenas sino cientos de estudiantes respondieron a la manifestación de las 12pm al otro día. Esta tendencia se repitió en la actividad de la caravana. Si se estira un poco, podríamos verlo también en la convocatoria para la marcha del IVA donde la propaganda que dominó fue por las redes y los medios. Hubo una buena respuestas de estudiantes de privada y pública (aun sin receso) aunque en general se haya hecho poco trabajo de base tu a tu.
Partiendo de las experiencias pasadas y las recientes manifestaciones, la estrategia podría ser la organización de una jornada que convoque actividades claras y precisas de aquí al 30 de junio. Al tener el verano encima cualquier proceso que se genere no puede depender de una huelga como tampoco de asambleas multisectoriales. Las actividades deberían variar las manifestaciones de presión con reuniones de coordinación entre recintos y actividades informativas.
Las manifestaciones deben variar entre:
En lo organizativo:
En combinación con:
Parece mucho, pero con organización y disciplina, para no excedernos, se puede lograr.
Por ultimo haría falta la organización de un cuerpo nacional que le dé seguimiento a las actividades y un fuerte aparato de comunicación interna que logre informar con rapidez a la mayor cantidad de estudiantes posible sobre convocatorias. Y un comité de comunicaciones externas que nos den la capacidad de proyectar nuestra historia fuera de los medios corporativos y nos conecten directamente con las personas que están afuera del movimiento.
Esta generación tiene de frente una oportunidad bien grande de lanzar las ideas que definan la discusión nacional de ahora en adelante. En estos momentos se está debatiendo el poder está debatiendo el proyecto de país (socio-económico) que nos va a definir por las próximas décadas. Debemos actuar para que la resolución favorezca al pueblo y no a los políticos y millonarios. Nos toca organizarnos y lanzarnos a la calle con todas nuestras fuerzas para articular un proyecto alterno que logre entrar en disputa con el del gobierno. El terreno esta fértil, las fichas están en el tablero, el timbre del round esta por sonar. Nos toca decidir si nos ponemos los guantes para dar la pelea o los volvemos a colgar. El país está esperando.
[1] Estos recortes fueron anunciados desde el último presupuesto donde se aprobó la ley 66.
[2] Desde la pasada Asamblea General en abril, los estudiantes habían comenzado a posicionarse respecto a la deuda, el cobro a las mega corporaciones, en contra de mayores impuestos al pueblo, etc.