La privatización de la AEE ha sido uno de los golpes más duros que el neoliberalismo PPD-PNP y el colonialismo yanqui nos ha infligido en las últimas décadas. En el aspecto inmediato ya es evidente el fracaso en el servicio que LUMA y Genera han demostrado. Los costos se han disparado y la mentira de una renovación del sistema ya nadie la cree. Pero más allá de esto, la privatización del sistema eléctrico ha significado la renuncia del gobierno de garantizar un derecho humano al menor costo posible.
LUMA vino a robar. El ejemplo del mega transformador es solo uno de los atracos que se han podido destapar, pues LUMA y Genera están operando sin fiscalización efectiva. Otro ejemplo de cómo la privatización es solo un modo de robo lo es el que para el año 2024-2025, recibirán mínimo 135 millones en ganancias limpias, sin contar lo que ganen en “proyectos especiales” que les autorice FEMA. Sobre esto, el pillaje es tan grande que le cotizaron a FEMA sobre 100 millones para reparar las líneas 100 y 200 de Santa Isabel y como aún no han logrado la autorización, solicitaron una asignación especial del gobierno de 2 millones. ¡Se querían tumbar casi 100 millones en poner 45 postes y dos líneas eléctricas! Por otra parte, el contrato no le impone penalidades por mal desempeño o falta de cumplimiento de las metas. Por lo que hoy estamos sufriendo la cantidad más alta de apagones y de duración en nuestra historia. Más que en el último año de la AEE, posterior a María y luego del desmantelamiento que por años se había realizado de la empresa para provocar la crisis que “justificara” la venta. Súmale al pillaje que LUMA ha dicho que como no le aumentan el presupuesto operacional que ellos habían acordado, dejarán de dar mantenimiento preventivo. Y para acabar de joder se les ha asignado sobre 1,200 millones para el despeje de vegetación. Esto a su vez se reparte en subcontratos a tres compañías norteamericanas que se llevarán 96% del guiso y que el método principal que utilizarán será el de lanzar herbicidas hasta por avión sin importar el daño ambiental y a la salud de nuestra gente.
Ya no solo se trata de sacar a LUMA y GENERA. Hay que comenzar a construir un plan de acción que garantice que el sistema eléctrico esté en manos del pueblo y que se acabe el lucro a costa de un derecho humano. En la campaña, La privatización fracasó, que llevamos en el MST estamos brindando charlas en las comunidades llevando un mensaje para que nos organicemos alrededor de los siguientes reclamos:
Esta es nuestra propuesta que sirve de punto de partida para esta campaña que además de las charlas incluye el programa de radio semanal y manifestaciones de protestas para ir levantando la ola que permita en esta coyuntura electoral dar el giro necesario a la política energética de privatización a la que nos han sometido.
Ya los políticos que destruyeron la AEE y que entregaron la empresa a las privatizadoras están realizando promesas engañosas de cancelar el contrato y mayor fiscalización. El país ya no les cree. Ellos son parte del problema y por eso también deben ser cancelados. Acabar con la privatización y enderezar el barco requiere de gente que no esté comprometida con el tumbe y la colonia. Tengamos eso en mente, porque solo el pueblo en la calle podrá velar por sus intereses.