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Yolanda Rivera| Publicado el 7 marzo 2018
El 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Si los políticos llegan a decir algo, dirán mentiras sobre cómo creen en la igualdad, mientras le quitan a las mujeres de clase trabajadora el hotel donde se están quedando desde María, la esperanza de que venga la luz, las escuelas para sus hijos, la universidad de sus hijos, la reforma, el dinero extra del pan, el trabajo de maestra, el trabajo de contrato en el gobierno y la universidad y hasta la esperanza. El sufrimiento que ha pasado el pueblo, y especialmente las mujeres, después del huracán y con los recortes de la Junta no se puede medir con una lista de cosas que nos hayan quitado. Mientras los ricos, miembros de la Junta de Control Fiscal y el gobierno, descansan en sus casas, miles de mujeres no duermen porque no hay luz o sus casas están destruidas.
En el mes de enero, los noticieros comerciales informaron que varias familias, casi todas con una mujer como jefe de familia, vivían en casetas en una cancha de baloncesto en Luquillo. La realidad es que, tras el huracán María, no solo muchas mujeres de clase trabajadora perdieron su trabajo, sino que muchas tuvieron que lidiar con condiciones de supervivencia extremas, sin luz y agua y con niños pequeños que cuidar. Por ejemplo, Yaribel, de Canóvanas, madre de siete niños, lo perdió todo. ¿Cómo alimentó a sus hijos, dónde vivió con ellos? A este gobierno y a la Junta de Control Fiscal, más interesados en la deuda que en la gente, no les importa Yaribel porque ella es una mujer pobre, de clase trabajadora.
En medio de este desastre, ha sido más que claro que el gobierno trabaja para los ricos, tanto el gobierno federal como el local. ¿Dónde está la ayuda? ¿Dónde está FEMA? FEMA se ha dedicado a acusar de fraude a los pobres que solicitan ayuda. El gobierno local y el cuerpo de ingenieros se han dedicado a darles contratos multimillonarios a compañías privadas como White Fish, Fluor y a corporaciones públicas estadounidenses. Y, a pesar de tanto dinero, cinco meses después del huracán, solo el 80% de la población tiene luz. Recientemente, CBS anunció que una compañía subcontratista de FEMA (Tribute Contracting) recibió 156 millones de dólares para traer 30 millones de comidas preparadas a la isla y solo entregó 55,000 comidas.
Las mujeres socialistas han luchado por cambiar la condición de la mujer y a la sociedad. De hecho, el primer Día Internacional de la Mujer (1911) lo organizaron mujeres socialistas y trabajadoras tras una propuesta de la revolucionaria alemana Clara Zetkin en la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas. Zetkin, desde los veinte años, luchó por el socialismo, por el derecho al voto, igual paga por igual trabajo y la organización de las trabajadoras, representando a las trabajadoras alemanas en el movimiento socialista. Impulsó la liberación de la mujer y señaló que el feminismo tradicional de las mujeres ricas no liberaría a las mujeres trabajadoras porque solo buscaba reformas para las mujeres de la burguesía. Fue una gran amiga de Rosa de Luxemburgo y Alejandra Kollontai, otras socialistas revolucionarias que lucharon contra el sistema capitalista, el reformismo en el movimiento socialista, la opresión de la mujer y para lograr el voto para la mujer trabajadora, no solo para las mujeres que sabían leer y escribir o las mujeres ricas. Gracias a estas revolucionarias, bajo la Revolución Rusa, se logró el voto de la mujer, el divorcio por consentimiento mutuo, el aborto gratuito, el cuido gratuito de los niños, la comida gratuita preparada por la comunidad, igual paga por igual salario, conquistas que se lograron mucho más tarde o nunca se han logrado bajo el capitalismo ni en Puerto Rico ni en los EEUU.
En Puerto Rico, a principios del siglo veinte, las mujeres revolucionarias lucharon también por la liberación de la mujer y la clase trabajadora. Uno de las mejor conocidas es Luisa Capetillo, anarquista y organizadora sindical que lidereó huelgas, luchó por el derecho al voto y dijo: “El actual sistema social, con todos sus errores, es sostenido por la ignorancia y esclavitud de las mujeres”. Otra de estas mujeres fue Juana Colón, mujer de clase trabajadora, hija de esclavos y analfabeta, a quien el alcalde de su pueblo, Comerío, la llamó una “socialista revoltosa”. Luchó contra las grandes tabacaleras estadounidenses en la Gran Huelga del 1919, aunque no era tabaquera, y por el derecho al voto para la mujer. Macario Bermúdez, del Partido Socialista, al que pertenecía Juana Colón, cuenta cómo se enfrentó a los rompehuelgas.
Tanto Luisa Capetillo como Juana Colón eran madres solteras. Ellas conocían la doble explotación de la mujer bajo el capitalismo. Muchas mujeres socialistas han luchado por la liberación de la mujer después de ellas y a algunas de nuestras compañeras socialistas le rediremos tributo este 16 de marzo. Las mujeres revolucionarias se ganaron estos derechos, no fueron un regalo. pero lograr la igualdad de la mujer y el hombre en una sociedad capitalista, llena de desigualdades, no es posible. Como vemos, después de cientos de años de capitalismo y luchas feministas, no nos acercamos a las conquistas de las mujeres socialistas durante la Revolución Rusa. Cuando el feminismo tradicional argumenta que podemos liberarnos en esta sociedad, no analiza que en esta sociedad solo los ricos son libres, por lo menos, libres de esclavizar a los demás y robarles el producto de su trabajo. Las divisiones por género (o sexo) o etnia (o raza) sirven para que los miembros de un grupo participen de la opresión y mantengan a otro grupo “a raya”, facilitando la explotación. De esta manera, los blancos oprimen a los negros para que acepten su “lugar” en una sociedad desigual; los heterosexuales hostigan a la gente gay y los hombres oprimen a las mujeres para que estas acepten su “lugar” en el hogar.
Aunque este gobierno ejerza su violencia contra toda la clase trabajadora, poniéndole luz a los sectores más pudientes y dejando a los trabajadores y los viejos a su suerte, cerrando las escuelas, arrastrando los pies para proveer ayudas, es cierto también que quienes tienen que sufrir la carga más pesada de la crisis son las mujeres, los viejos pobres y los niños. Es hora de luchar contra estos abusos y terminar con un sistema que nos quita el fruto de nuestro trabajo, que explota doblemente a la mujer; porque las mujeres, estén donde estén, nunca dejan atrás su papel de reproductoras, porque estas mujeres tienen la doble tarea de trabajadora y ama de casa todos los días de su vida.
Si los ricos solo tienen el deseo de hacerse ricos, la clase trabajadora busca liberarse del pillaje de los ricos y busca decidir qué hacer con el fruto de su trabajo. Juana Colón, Clara Zetkin, Rosa de Luxemburgo, Luisa Capetillo y Alejandra Kollontai creyeron que un cambio para la situación de la mujer es posible y ayudaron a lograr grandes cambios durante la Revolución Rusa. Pero ese cambio no es posible hasta que se acabe la sociedad de clases. Esta es una condición necesaria para terminar con la violencia contra la mujer, con su opresión. El socialismo ofrece la única alternativa para lograr esa sociedad sin clases, pero la mujer tiene que luchar por su propia liberación bajo el socialismo. En este día, celebremos la posibilidad de otro mundo sinclases y si opresión. Celebremos la lucha de las mujeres socialistas con la opresión.
Celebremos el Día Internacional de la Mujer Trabajadora
16 de marzo de 2018 Local de la HEEND 7:00pm
Organiza el Movimiento Socialista de Trabajadores (MST)
¡Los esperamos!