El Departamento de Educación, en un intento por robarle los derechos adquiridos al magisterio puertorriqueño, está violentando sus propias leyes y reglamentos en cuanto a la aplicación de los aumentos de salario por estudios que otorga la Ley de Carrera Magisterial. Imponiendo un clima de desinformación, desasosiego y prepotencia buscan desalentar los intentos de cientos y miles de maestros de lograr justicia salarial.
La ley de Carrera Magisterial del año 1999 otorga aumentos de salario progresivos a las maestras y maestros que se acojan a la ley y se les apruebe un plan de mejoramiento profesional que incluye entre otras cosas estudios de maestría y doctorado, supervisión y horas contacto de desarrollo profesional. En el año 2014 esta ley quedó sin efecto producto de las medidas de austeridad contra la clase trabajadora que fueron motivadas por el mal manejo del presupuesto, la corrupción gubernamental y el endeudamiento sin control.
Una serie de protestas y exigencias del magisterio durante los pasados años lograron un compromiso de aumento de 1,000 dólares y la reactivación de la carrera magisterial. Múltiples sectores advirtieron que la Carrera Magisterial debía ser enmendada para eliminar los requisitos burocráticos que dificultan cumplir lo que disuade a muchas maestras y lleva a desistir al derecho a aumentos salariales.
En abril del pasado año miles de maestras y maestros solicitaron reactivación de sus planes de mejoramiento profesional y otros tantos se activaron. Hoy en día se desconoce el estatus del pago de aumentos de salario retroactivos, que el departamento reconoce que debe, y del status de maestras que cumplieron con todos los requisitos, pero nunca fueron evaluados propiamente. De esa manera el DE se ahorraría millones de dólares en aumentos de salario y deudas con los maestros lo que a su vez se presta para la otorgación de contratos millonarios a empresas privatizadoras.
Múltiples maestras y maestros han denunciado en las redes sociales las arbitrariedades que está cometiendo el Departamento de Educación en esta nueva ola de activaciones y reclamaciones. Miles de maestros recibieron cartas de denegación de la activación o reactivación a la carrera magisterial por alegados documentos faltantes o supuesta información incompleta. En muchos casos, maestras que revisaron los planes de sus pares que fueron aprobados les fue denegada su solicitud. La información que da el DE es escueta y genérica. Se sospecha que las denegaciones en su gran mayoría se deben a errores de la compañía que administra el sistema electrónico de radicación de la solicitud, o a mala fe del DE imponiendo su arbitrariedad por medio de la impunidad que le otorgan los procesos internos de revisión.
Existen casos en dónde maestras, que cumplieron con todos los requisitos en el año 2012, 2013 y 2014, les están pidiendo que vuelvan y radiquen solicitudes haciéndoles retroceder en su proceso de reclamación a una etapa o paso anterior con el que ya habían cumplido. La carrera magisterial otorga los aumentos en cinco etapas para cada nivel. Maestras con doctorado hoy en día no les quieren reconocer las etapas ya cumplidas de sus maestrías.
El proceso establecido en el reglamento delega en las escuelas el deber de revisar los planes, sin embargo, las Regiones Educativas se han interpuesto para filtrar y dificultar aún más el proceso. Planes de mejoramiento profesional que fueron aprobados en abril, como lo establece el Reglamento de Carrera Magisterial, están siendo cuestionados en enero. El mismo reglamento establece que durante el mes de enero se radican las solicitudes de revisión de salario y es en abril que se enmiendan los planes. El proceso, que debería ser uno sencillo de someter aquello con lo que se cumplió se está convirtiendo en uno de reiniciar la radicación entera de los planes.
El magisterio puertorriqueño enfrenta en la carrera magisterial un proceso injusto y atropeyado, sin embargo se ha convertido en una nueva trinchera de lucha. En la medida en que las maestras y maestros hagan ejercer la ley según aprobada, a pesar de las dificultades, estarán arrancando una porción mayor del presupuesto a los corruptos y privatizadores. De aumentar significativamente el salario del magisterio, el aumento en el salario disponible podría utilizarse para construir ahorros individuales y colectivos para el retiro.