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BREL1| Publicado el 8 abril 2015
Luego de años de ocultar información a la ciudadanía con la anuencia de la Junta de Calidad Ambiental (JCA), la compañía Energy Answers –proponente del incinerador de Arecibo— finalmente tuvo que divulgar el lugar en donde se van a disponer las cenizas por Orden del Tribunal. La JCA puso los intereses de la empresa capitalista por encima del derecho de acceso a la información, de salud y de bienestar del pueblo. Tras la divulgación salió a relucir que será la compañía Ecosystems, que está construyendo un vertedero en el municipio de Peñuelas, quien estará a cargo del manejo de las cenizas del incinerador.
Esta revelación es importante pues deja entrever la magnitud del problema ambiental al que nos enfrentamos. Por años grupos de oposición al proyecto planteaban que la incineración no resolvería el problema del vertedero de Arecibo como quería hacer ver Energy Answers, sino que generaría nuevas complicaciones como la disposición de cenizas tóxicas. Hoy vemos como se pretende transportar cenizas contaminantes a lo ancho de la isla. Recordemos que las sustancias resultantes de la combustión pueden ser más contaminantes que el material de partida; este es el caso de las dioxinas y furanos. El plan de Energy Answers y la JCA pone en riesgo la salud no solamente de los residentes de Arecibo y municipios aledaños sino de todos los municipios en la ruta de Arecibo a Peñuelas; similar al gasoducto. La actitud de la JCA no debe tomarnos por sorpresa, pues ya hemos visto cómo durante años han ignorado reclamos de las comunidades de Salinas y Guayama con respecto a la disposición de cenizas producidas por la planta de carbón AES Corporation. Al igual que en el caso del incinerador al presente la cenizas de la plante en Guayama se depositan en el vertedero de Humacao.
El gobierno ha fracasado en el cumplimiento de la política pública de reciclaje. Ante ese fracaso, en lugar de establecer campañas y estrategias agresivas en pro de la reducción, el reciclaje, la reutilización y el compostaje, promueve la incineración de la basura. Peor aún, como parte de los acuerdos con Energy Answers, la ADS pretendía garantizarle un volumen determinado a la compañía; garantizando así la viabilidad económica de su inversión y desincentivando métodos alternos de disposición de desperdicios sólidos.
No cabe la menor duda de que este proyecto a quien único beneficia es a esta empresa capitalista y a los funcionarios del gobierno que han viabilizado la aprobación del proyecto en sus distintas etapas. La salud, el bienestar del pueblo y la creación de una política de disposición de desperdicios sólidos coherente y ambientalmente viable no son parte de la agenda de Energy Answers ni de las administraciones PPD y PNP.
Es por eso que desde Arecibo y a lo ancho de la isla la lucha contra el incinerador debe continuar con más fuerza para detener este nefasto proyecto.