Como toda persona joven en Puerto Rico, siempre escuchas la frase “la cosa está mala” refiriéndose a la actual crisis económica y social en la que se encuentra el país.
La juventud hoy en día no tiene una seguridad económica a pesar de los estudios profesionales que pueda poseer. Vemos a la mayoría teniendo que ser contratades en dos o tres trabajos part-time para simplemente poder sobrevivir en el Puerto Rico actual, donde el costo de vida sigue subiendo. Para les jóvenes es un reto poder conseguir empleos donde no sean subempleades. El subempleo es el resultado del proyecto neoliberal de los patronos para la flexibilización laboral. Muchos patronos, particularmente de corporaciones foráneas, tratan de gastar la menor cantidad de dinero posible en la mano de obra disponible (empleades) para poder seguir generando más capital mientras crean más riquezas.
Por definición, el subempleo es ser esclavo del conformismo salarial; ya que, en la mayoría de los empleos, no se tienen derechos laborales viables que protejan el interés de les obreres y todo va hacia el beneficio del patrono. Como empleade podrías estar ganando el típico $7.25 mientras tu labor sigue generando opulencia a la compañía por la cual trabajas, creando un desbalance de poder dentro del ambiente laboral.
Lo antes mencionado es algo característico del sistema capitalista y se puede ver hoy en día, donde los derechos laborales que fueron ganados a través de la lucha sindical están siendo revertidos por varios factores. Por ejemplo, los trabajos disponibles no ofrecen seguridad económica ni beneficios, como derecho a organizar o ser parte de una unión, ya que tener empleados con conciencia política y capacidad de organizarse puede ser un riesgo para el patrono y sus ganancias.
Las políticas, como la de “puerta abierta”, son una de las maneras que las corporaciones se han protegido del riesgo de que surja una unión por debajo de sus narices y les trabajadores exijan mejores derechos laborales porque esa póliza permite que el mismo empleade pueda ir directamente donde su gerente y dialogue sobre los problemas que tiene en la compañía. Desde que fueron instauradas esas medidas, vemos como no han funcionado y no funcionarán porque solamente se ven bien en papel y tinta por su manera utópica de ver los conflictos obreros patronales.
Esta crisis laboral se puede detener pero la clave para ello es organizándose de manera sindical para llevar los reclamos de manera colectiva y así poder garantizar mejores derechos y salarios para dejar de sobrevivir y empezar a vivir dignamente.
Foto por: Ricardo Alcaráz
Organización y lucha en la calle. No hay mas na.