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BREL1| Publicado el 17 septiembre 2008
Durante este periodo eleccionario varios compañeros han traído la propuesta de ver al PIP como posible alternativa electoral ante la política corporativista de los principales partidos coloniales. Otros, han planteado la posibilidad de apoyar con su voto al PIP en agradecimiento por sus posturas frente al IVU, la Huelga magisterial y la ley de incentivos industriales entre otros. En vista de la encrucijada en la que se encuentra este partido buscando su reinscripción, los distintos sectores del independentismo en Puerto Rico se enfrentan a la disyuntiva de votar por éste o no y de hacerlo, contribuir a su supervivencia.
En los últimos meses hemos observado como la participación de un sector del PIP en distintos procesos sociales se ha dejado sentir. Sin lugar a dudas un sector dentro del partido se ha inclinado a posturas que concuerdan con las principales demandas de los trabajadores y su realidad producto de una crisis que se acrecienta. En ese sentido la estrategia electoral del PIP ha recurrido a otro sector, esto, a la luz del fracaso de la retórica romántica y nacionalista propio de las facciones más conservadoras al interior de su estructura. Sin lugar a dudas se ha dado un incremento en su participación directa en los asuntos nacionales. Ahora, la sugerencia de algunos compañeros en ver al PIP como una alternativa para los trabajadores en la coyuntura actual plantea un problema de fondo para los marxistas. Por ejemplo cual es nuestro proyecto estratégico a nivel organizativo para lograr la independencia y el socialismo, cual ha sido la experiencia histórica de las alianzas con la pequeña burguesía y la burguesía local y como lo enmarcamos dentro de la lucha de clases y las tareas principales para este momento. A mi parecer, resulta confuso como algunos compañeros socialistas acomodan la teoría marxista sobre la revolución socialista y el papel de los comunistas en el parlamento para justificar una alianza con un partido nacionalista burgués y consecuentemente anticomunista como lo es el PIP. No podemos perder de foco cual es el proyecto de independencia que plantea este partido. Además, cuales fueron las consecuencias de los socialistas que trataron, allá para 1973, de hacer de éste partido una alternativa de masas y un instrumento para la lucha por el socialismo.
Ante el escenario actual se nos presentan dos alternativas, o arrastrar a la clase obrera hacia los partidos dirigidos por la pequeña burguesía, o trabajar junto a la clase obrera en la construcción de un partido de los trabajadores, que sea expresión política de éstos, y el cual esté orientado por una ideología revolucionaria.
Ciertamente los marxistas no condicionamos el movimiento a un solo método de lucha. Más bien, la táctica empleada en determinada coyuntura debe ser producto del desarrollo de la lucha de clases y de como esta contribuye al avance de la clase trabajadora hacia el ejercicio y la toma del poder. En ese contexto es importante identificar cuando la alternativa electoral sirve como catalizador de la lucha de masas y no opera de forma contraria a la creación de las condiciones subjetivas necesarias para todo proceso revolucionario. Ahora, el debate que se da en estos momentos reviste de importancia, dada la situación particular de las organizaciones revolucionarias y las condiciones objetivas del país. En ese sentido, creo que es importante destacar cual es el estado en el que están las organizaciones socialistas a casi 20 años del fin de la URSS y los obstáculos que atraviesan los trabajadores en el plano sindical y comunitario. También creo importante entender claramente la situación económica del país y la relación de fuerzas entre la burguesía imperial y local y los trabajadores. Entiendo que solamente a base de un análisis de la realidad concreta podemos establecer las prioridades que nos permitan afirmar nuestras concepciones táctico estratégicas en ruta hacia el socialismo.
Como todos sabemos la ofensiva de los patronos contra los trabajadores se ha recrudecido. La aprobación de la ley de incentivos industriales, la determinación del supremo con paseo Caribe, así como la ofensiva contra la FMPR y la elección sindical que se avecina refleja la determinación del estado y los ricos de estrangular a los sectores que luchan. Ante la crisis económica, matizada por el fracaso del modelo de incentivos industriales y la bancarrota del ELA, la clase dominante se prepara para imponer su dictadura de traje y corbata y de ésta manera recuperar sus altas tasas de ganancia. Esta intención se ve claramente en la candidatura de Luis Fortuño que se caracteriza por lo reaccionaria y lo ultraderechista de su agenda.
La crisis política en el país y el desgaste de las instituciones han llegado a niveles nunca antes vistos. Por primera vez en la historia tenemos a un candidato a la gobernación acusado de corrupción, y muchos más aun sin acusar, lo que demuestra el estado de putrefacción en que se encuentran los principales representantes políticos de la burguesía. Para nosotros no debe ser casual las intervenciones del FBI tratando de una forma u otra limpiar la casa para legitimar a un gobierno que su credibilidad ante el pueblo se ha deteriorado. Tomando en consideración las condiciones económicas en el país, al sol de hoy no se ha proyectado una organización revolucionaria capaz de hacerle frente al estado y a la burguesía y transformar una crisis política en una crisis de poder. Esto presenta unas prioridades para los socialistas que no podemos perder de perspectiva y que son más importantes que echar un papel en una cajita. Claro, si hay compañeros que les ayuda a sentirse bien participar de las elecciones pues bien por ello, pero de eso, a convertir el bienestar emocional en un argumento político, ya eso es arena de otro costal. ¿Como viramos la tortilla? Esa es la pregunta fundamental. De seguro que regalándole el voto a un partido que cree en la independencia para mantener las relaciones de producción intactas y el mismo esquema de privilegios en el capitalismo criollo jamás sacaremos los pies del plato.
¿Cuál es la situación que presentan las organizaciones socialistas?
Hasta el sol de hoy las organizaciones socialistas aun cuentan con un limitado grado de inserción en el seno de la clase trabajadora. Su proyección mediática sobrepasa por bastante su vínculo con la masa. Esto podemos achacarlo a múltiples factores entre los que destacan, el bajo nivel de organización sindical de los trabajadores, el ataque sin cuartel de la prensa burguesa, la estructura limitada de las organizaciones socialistas, así como (para mi es la causa principal) la falta de una concepción de trabajo socialista con la clase obrera. Podemos afirmar sin temor alguno, que el dominio de la burguesía en Puerto Rico es sólido aparte de una que otra fisura en la hegemonía que se halla producido en procesos como el cierre de gobierno o la huelga magisterial. En resumidas cuentas la situación actual plantea una serie de prioridades que van mucho más allá de las elecciones de noviembre. En síntesis, ¿donde debemos estar para potenciar esa capacidad de desarrollo que tienen las organizaciones revolucionariasí Estrechar nuestro vinculo con la clase trabajadora y crecer desde su ceno, esa es la cuestión, claro, pero para crecer con nuestro propio programa, independiente y representativo de los intereses de los trabajadores.