Aumentan las facturas de la AEE

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| Publicado el 6 enero 2008

Revientan el bolsillo de los trabajadores

Dom, 2008-01-06 20:00
Lillian Martí
Colaboración

El disparo en el precio del petróleo ha impactado la economía mundial. No es para menos. En Puerto Rico el precio del petróleo es parte de nuestra canasta de bienes.
Su incremento, así como su estabilidad o su descenso, siempre se dejan sentir en el continuo aumento en el costo de electricidad. Los recibos de luz son el mejor ejemplo, tanto de las relaciones político-económicas de Puerto Rico con los Estados Unidos, como de los manejos que pueden estarse dando con las tarifas. La Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) y la Puerto Rico Telephone Company comienzan a tener su paralelo en la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) en cuanto a la manipulación de las facturas.
Mientras el gobierno no quiere meterle mano a los intereses del capital no deja de meterlas en los bolsillos de los trabajadores de este país.
Los recibos de la luz reflejan unos cambios “dignos” de comentarse. Las facturas de la AEE se dividen en cuatro factores: (1) cargo fijo por servicio de cuenta; (2) cargo por consumo; (3) compra de energía y (4) compra de combustible. La tendencia proporcional de cambio la presenta el renglón de la compra de combustible. Lo interesante de este método de factura es que nos pueden estar cobrando doblemente el consumo. Por un lado nos facturan el consumo como tal y por otro nos lo vuelven a cobrar a través de la compra de energía y en el combustible que utilizan para generar esta. Pagamos lo que consumimos más los insumos que utilizan para generar lo que consumimos.
¿Qué garantía tenemos de que a través de estos renglones de «compra de energía» y «compra de combustible» (además de los famosos estimados y “lecturas”) no se infle nuestro consumo? Si revisan su factura podrán ver que más de la mitad de la cantidad a pagar lo representa la compra de combustible. El desorbitado incremento en el precio del petróleo ha sido una constante en la cantidad a pagar de electricidad en Puerto Rico. Ahora es que la prensa se alborota por lo que es el pan nuestro de cada día entre los que batallamos entre un escaso salario y una amplia gama de necesidades.
Lo cotidiano se enmarca en un contexto que le origina y le reproduce: el sistema capitalista colonial en el que vivimos. Optar por un petróleo más barato como el venezolano pudo haber sido una opción a corto plazo si el Tío Sam, el Tío Mac Pato y los otros tíos que se enriquecen a costa nuestra no hubieran intervenido y los sobrinos-ahijados no hubiesen bajado la cabeza. Opciones acorde al medioambiente y a nuestro bolsillo son imperativas. Ni la naturaleza ni los bolsillos de los trabajadores de este país pueden seguir esperando.