Carlos de Leon Presidente de la HEEND en Conferencia de Prensa

Ataques a la UPR, Educación y AEE recrudecen la lucha de clases

La agenda privatizadora y de odio clasista del PNP

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| Publicado el 5 febrero 2025

Contra la UPR lo que tienen es odio y venganza. Al igual que el magisterio organizado y los trabajadores de la UTIER en la AEE, el movimiento estudiantil ha sido uno de los sectores fundamentales en el frente de resistencia contra la agenda de los empresarios y bonistas en Puerto Rico. Estos últimos usaron la alternancia entre los gobiernos del PNP y PPD para imponer la agenda privatizadora, y neoliberal de la que hoy enfrentamos los resultados. 

Esta agenda privatizadora y neoliberal es la que nos tiene sin educación de calidad, sin un sistema de salud funcional, con inestabilidad en el caro servicio eléctrico a la vez que perdemos derechos laborales, y se mantienen los bajos salarios. En ese proceso los banqueros, burgueses e inversionistas locales y extranjeros se sirven con la cuchara grande de las ganancias con los contratos con el gobierno, las transferencias federales, el alto costo de los servicios y bienes, y los privilegios de tener el gobierno, los tribunales y la policía de su lado.

Ahora con los gobiernos de ultraderecha se incrementa la explotación y la pobreza, los ultra-ricos se hacen más ricos mientras nos ponen a pelear con la gente común. La prioridad de los gobiernos conservadores como Trump y Jennifer González es convertir en enemigos a los inmigrantes, a las personas trans, a las minorías étnicas y raciales para distraernos de su intento burdo de robarnos el país.

Pero volviendo a la UPR: la destrucción de la universidad por medio de la reducción de fondos y la amenaza de cierre de recintos y programas tiene varios objetivos para ese proyecto neoconservador. Por un lado, las universidades e instituciones educativas producen seres humanos con la capacidad de cuestionar las políticas públicas del gobierno y su deseabilidad ética. Pero por el otro lado el interés más concreto es domesticar a la juventud en resistencia que por décadas en Puerto Rico ha sido el corazón del movimiento de resistencia nacional. 

De la misma forma, las escuelas públicas representan la puerta de acceso de la gente pobre a la educación. El magisterio de estas escuelas ha sido otro de los sectores organizados que resiste el embate de las políticas abusadoras del gobierno contra la gente común. Las luchas magisteriales han dado cátedra al país de cómo organizarse para crearle problemas políticos al estado. La reducción de fondos a las escuelas públicas y el desvío de estos fondos a las charter, unido a la incertidumbre del retiro y las pobres condiciones de trabajo en las escuelas son parte de esa agenda de venganza política contra los que luchan.

Por último, no hay que olvidar el caso de los empleados desplazados en la AEE. Estos empleados son las víctimas más crudas de lo que definitivamente es una guerra entre clases sociales. La UTIER, sindicato que organizó al sector más militante de la AEE, sufrió los embates de una campaña mezquina de desprestigio inmerecida. Esta agenda de medios logró achacarle la culpa de los malos manejos de los ejecutivos y gerentes de la AEE a sus trabajadores. Hoy enfrentamos los mismos problemas, pero con la corrupción legalizada de Luma y Genera quienes ahora se roban el dinero para sus bolsillos dejándonos sin un servicio adecuado.

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