Activa la lucha estudiantil

| Publicado el 24 abril 2004

La huelga por el cierre de las clases de verano

Sáb, 2004-04-24 20:00
Hugo J. Delgado-Martí
Unión de Juventudes Socialistas (UJS-MST)

Si hubiese escrito este artículo 5 minutos antes de la Asamblea General de estudiantes celebrada el martes 30 de marzo, el título sería “la crisis del movimiento estudiantil”. Afortunadamente la realidad es mucho más dinámica de lo que aparenta, la victoria luego de la huelga por las clases de verano tomó a muchos por sorpresa. En ocasiones las organizaciones políticas subestiman el nivel de conciencia del estudiantado, el proceso huelgario por las clases de verano así lo demostró. Para los socialistas, los procesos de movilización son tan importantes como las conquistas en sí, la lección más importante de este y otros procesos similares es que si luchas puedes ganar algo, si no luchas no ganas nada. Esta victoria se da en medio de una crisis fiscal en la UPR y sólo la organización del estudiantado podrá contener los intentos de los administradores de continuar cortando servicios.

La crisis universitaria
Son muchos los que entienden que la Universidad de Puerto Rico se encuentra sumida en una crisis fiscal. Los recursos económicos que recibe la Universidad en los últimos años han permanecido constantes y en algunos casos se han reducido, mientras los costos operacionales han ido en aumento. A pesar de que la ley universitaria provee un mecanismo para que el financiamiento de la Universidad vaya en aumento año tras año, diversos gobiernos han metido sus maños en las arcas de la UPR. Con la venta de la Telefónica, la privatización en Acueductos y Energía Eléctrica y la corrupción en educación, el crecimiento de los recaudos del ELA ha mermado. Como parte de los efectos de esta crisis, el sistema UPR ha comenzado a cortar servicios fundamentales; hace un año cortaron sesiones de verano en casi todos los Recintos, excepto Río Piedras. Este año le tocó al Recinto de Río Piedras, y al parecer los administradores jamás pensaron que el estudiantado se levantaría de la forma en que lo hizo.

La huelga por las clases de verano
Hace poco más de un mes el Consejo General de Estudiantes del Recinto de Río Piedras, recibió la noticia de que la sesión de julio había sido cerrada, y esto no se le había notificado aún al estudiantado. A pesar de la inminencia del asunto, fueron pocos los estudiantes que se movilizaron para concienciar al estudiantado. La movilización no comenzó sino una semana antes de la huelga. Sectores afines al Partido Popular tenían interés en convertir este asunto en uno de motivaciones político-partidistas. El estudiantado reunido en asamblea pudo organizarse a pesar de los escollos para conquistar su verdadero objetivo: la reapertura de la sesión de julio. Los populares, o más bien los panitas de presidencia, lo que querían era darle un golpe a la Rectora del Recinto. El tiro les salió por la culata: conquistamos las clases de verano, movilizamos y creamos conciencia, pero la Rectora sigue ahí.

¿Realmente fue un golpe de suerte?
Aunque algunos han mencionado la suerte como la razón del triunfo, nosotros entendemos que adjudicarle la victoria a la suerte sería subestimar la importancia del estudiantado. No fue tanto la suerte lo que nos ayudó a ganar, sino más bien la capacidad de los estudiantes de aprovechar la coyuntura en la que se encontraban. Factores internos al Recinto y a nivel nacional facilitaron el trabajo político. En primer lugar los estudiantes demostraron un nivel de participación y militancia frente a los portones que no veíamos desde hacía mucho tiempo. Fueron sobre 200 estudiantes los que estuvieron presentes en los portones durante algún momento del paro. Todos y cada uno de ellos con un objetivo claro: que se abriera la sesión de julio con al menos los mismos cursos que el año pasado. Esto no se hubiese logrado sin un trabajo previo de concienciación. La marcha contra la privatización del 8 de octubre incluía entre sus reclamos el aumento en la oferta académica junto a una mayor diversidad. En segundo lugar, el comité negociador comprendió su rol; las mesas de negociación no son una mesa de diálogo, son un forcejeo donde el que más fuerza demuestra es el que gana. En tercer lugar, las condiciones dentro de la UPR no podían ser mejores: una Rectora políticamente débil dentro del Recinto, administradores que tienden a ser afines a los reclamos estudiantiles, junto a un apoyo genuino de parte de profesores y trabajadores. Por último, la huelga estudiantil se dio en momentos en que ocurrían manifestaciones en la Autoridad de Energía Eléctrica y Acueductos. Estas luchas pusieron de manifiesto la crisis que vivimos hoy día los sectores asalariados y oprimidos, lo cual se oye más fuerte en año electoral.

Esperanza en el movimiento estudiantil
Este proceso de lucha ha levantado en muchos una esperanza perdida. Existía en el movimiento estudiantil un sentido de pesimismo y derrotismo que lo llevó a la inmovilidad. Durante los últimos años muchas luchas estudiantiles se han dejado pasar, muchas manifestaciones se han quedado sin convocar por este sentimiento de que el estudiantado está enajenado y no va a asistir. Convocar a un piquete estudiantil es más difícil que cerrar el Recinto. La lucha por las clases de verano le demostró al estudiante que su participación es importante. Los estudiantes sentimos que por primera vez en muchos años que parar las clases nos sirvió de algo. El Consejo General de Estudiantes aprendió también su lección: los canales administrativos no son suficientes y no bastan. Hace falta la movilización para que los administradores se ablanden un poco. Este proceso demostró que la unidad de propósitos de todos los sectores ideológicos del estudiantado pueden conquistar sus reclamos luchando juntos.

Por otro lado, queda demostrado una vez más que la lucha no está pasada de moda. Demostramos que mientras se cometan injusticias y no haya una verdadera democracia, hará falta la lucha militante, organizada, y combativa. La necesidad de organizaciones estudiantiles que contribuyan en estos procesos es evidente, así que estudiante: ¡Organízate y Lucha!