Por
BREL1| Publicado el 13 octubre 2013
Carlo Rivera Turner
Bandera Roja
Miles de residentes de las comunidades de Arecibo y el resto de Puerto Rico así como organizaciones ambientales y entidades profesionales se opusieron a la aprobación del permiso en la EPA para la construcción de una planta de incineración. En este proyecto el rol de la EPA en esencia era velar para que la construcción del incinerador se diera pero reduciendo al máximo los contaminantes al aire según los estándares aceptables para la agencia. Para le EPA es legal que respiremos un mínimo de dioxinas y otras partículas perjudiciales a la salud que, entre otros males, causan cáncer, defectos de nacimiento, afectan la lactancia, a la industria del ganado, etc. Desde que se propuso el incinerador para Arecibo el pueblo se organizó e hizo todas las gestiones posibles para derrotar este proyecto por la vía legal. Diversas organizaciones ambientales y entidades científicas presentaron sendos comentarios; además, miles de ciudadanos también hicieron lo propio. La EPA recibió más de 3,000 comentarios públicos que en su gran mayoría era en oposición al incinerador.
A pesar que se presentaron desde los escritos más fundamentados con opiniones científicas hasta los más sencillos de personas comunes y corrientes en oposición a la planta de incineración, como de costumbre, la EPA los recogió como meras preocupaciones y aprobó el permiso. La historia se repite una y otra vez las agencias cumplen con su función de facilitar la explotación capitalista. Era el resultado evidente, sólo era cuestión de tiempo y como siempre, se dice que se cumplió con la participación ciudadana, se hicieron vistas públicas, se recibieron comentarios, se atendieron las preocupaciones y la quema de basura en Arecibo quedó aprobada según las leyes y reglamentación vigente. Un chiste de mal gusto que ya no da risa.
Al final del camino la lucha contra el incinerador sólo tendrá éxito en la medida que el pueblo trabajador y la oposición en general tengamos la voluntad para organizarnos. La organización y lucha en la calle es vital para tener la capacidad de detener este proyecto. Los foros administrativos y judiciales van llegando a su fin. Estamos convencidos que la incineración es altamente contaminante con las dioxinas y otras partículas en las emisiones y cenizas y estamos conscientes de que la razón detrás de todo es la generación de ganancias capitalistas. Los empleos que nos prometen podemos desarrollarlos en empresas de reciclaje a través de cooperativas de trabajadores para que las ganancias se distribuyan entre el pueblo trabajador para el beneficios colectivo. Pero la victoria definitiva sólo será posible si las cientos o miles de personas que sometieron sus comentarios así como las organizaciones y movimientos ambientales nos organizamos cada cual desde su trinchera y según su realidad para dar candela en la calle y triunfar.