| Publicado el 10 octubre 2006
Tomado de un Boletín
El Cambio Va
Este artículo fue tomado de un boletín del grupo El Cambio Va. Editado por razones de espacio.
El día 16 de junio de 2006 bajó el veredicto de culpabilidad contra 10 dirigentes principales de la Unión Independiente Auténtica de la AAA (UIA). La dinastía de Héctor René Lugo, presidente de la Unió por más de 30 años, salió culpable de 140 cargos relacionados con el desvío de más de 15 millones de dólares del plan médico. Una parte de estos fondos, 5.8 millones de dólares, pasaron ilegalmente a los bolsillos de estos dirigentes. Durante los meses que nuestra matrícula estuvo en huelga en la segunda mitad de 2004, los dirigentes acusados se apropiaron de más de $380,000.
Varios de los dirigentes responsables de la corrupción n, hoy están en la cárcel. Sin embargo, la herencia de la dinastía corrupta todavía dirige gran parte de UIA. Tiene los mismos estilos y las mismas malas mañas. No quiere debates internos, no quiere la participación alerta, no quiere la democracia que hace falta.
Después de terminada la huelga en diciembre de 2004, se organizó EL CAMBIO VA EN LA UIA, con el objetivo de retar a la dinastía de Héctor René en las elecciones de octubre de 2005. Nuestra organización denunció abiertamente, y sin temor, la escandalosa corrupción del viejo y desgastado liderato. Fuimos a las elecciones y como resultado de un montón de irregularidades y artimañas prevaleció la corrupción n. Jesús Díaz Allende es parte de la herencia que debemos superar.
Allende es la figura que más le conviene al director de la AAA, Jorge Rodríguez, para presidir la UIA. Es la debilidad personificada: representa la derrota ante el patrono. Jorge Rodríguez trató a Héctor René Lugo sin ningún respeto durante la huelga y continuó haciéndolo después de la huelga. Conocía su debilidad y su corrupción n. También conoce a Allende. Sabe que es un heredero de la vieja podredumbre que por poco lleva a la UIA a la muerte.
Ante esta realidad, es urgente devolverle a la matrícula de la UIA su poder. La fuerza se logró aprendiendo a conocernos en el debate limpio y libre, para poner en movimiento la fuerza colectiva que representamos. Pon tu esfuerzo en acción y pide elecciones generales para escoger un nuevo liderato.
¡Saca a los mercaderes del templo!