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BREL1| Publicado el 24 julio 2005
San Juan, Puerto Rico. 20 de julio de 2005- Mientras el estado no le brinde alternativas al consumidor cualquier aumento en las necesidades básicas es un castigo al pueblo trabajador. “El gobierno del Licenciado Aníbal Acevedo Vilá en tan pocos meses se ha caracterizado por ser uno anti-obrero, con ninguna conciencia social ni ambiental y con una visión miope de los gastos promedios de la familia puertorriqueña” puntualizó el joven Hugo Delgado del Movimiento Socialista de Trabajadores. Luego de amenazar con los aumentos en la educación universitaria, en los servicios de transportación colectiva, acueductos y alcantarillados, entre otras necesidades, el aumento de turno es para el sistema de peajes de la Autoridad de Carreteras (ACT). “Este gobierno ha sido tímido al hablar de la negociación de los convenios colectivos que se vencen este año; además, ha sido muy cauteloso para brindarle el aumento prometido a los bomberos y enfermeras de la pasada administración. El gobierno de Acevedo Vilá mantiene la frase de ‘crisis fiscal’ en todos sus mensajes” señaló Delgado. En cambio continúa desafiando con recortes de empleados públicos y de aumentos en los precios de las necesidades de las familias. Sin embargo, los problemas con el descuadre de los gastos en la ACT se deben a la constante privatización de los servicios que brinda dicha agencia. “Los contratos multimillonarios de servicios externos tienen a punto de quiebra a la ACT; pero, la soga corta por lo más fino: el pueblo trabajador” comentó el portavoz del MST.
Aumentar las tarifas de peajes sin darle alternativas al usuario es una medida injusta y de castigo del gobierno de turno. Aunque concuerdan que se tienen que tomar medidas para controlar el acelerado uso del automóvil privado en la Isla estos entienden que aumentar las tarifas del peaje no es la mejor opción. “El pueblo carece de una transportación colectiva de excelencia y de un estilo de planificación que favorece el desparrame urbano. Donde el individuo se siente obligado al uso y abuso del vehículo de motor” recalcó el Planificador Pedro Colón Almenas. “La crisis fiscal de dicha agencia deben pagarla los seudos desarrolladores que continúan dispersando urbanizaciones privadas, centros comerciales y otros espacios exclusivos por toda la Isla”.
Las autopistas y peajes no cumplen con su razón de ser, “el ciudadano se ve obligado a pagar por su uso y atraparse en varias horas de congestionamiento de tránsito” expresó Colón Almenas. Alternativas existen para que los trabajadores puertorriqueños no pasen largas horas diarias confinados al auto. “El gobierno debe patrocinar la transportación colectiva con carriles exclusivos cerca de los peajes principales y que a la vez estos conecten con el Tren Urbano u otros sistemas de transporte. Bien se podrían construir estos carriles y alternarlos con los carriles del paseo” señaló Colón Almenas. Alternativas como patrocinar el recogido de compañeros al estilo “carpool” pueden ser estudiadas en las agencias públicas y privadas. Es hora que se subsidie a los trabajadores que utilicen la transportación colectiva y que se atrevan a renunciar al auto privado. Al fin y al cabo, el gobierno no tan solo gasta en carreteras se invierte sumas millonarias en espacios de estacionamiento y en subsidiar la gasolina. Incluso, puntualizó el planificador, “siempre y cuando exista una transportación colectiva funcional se consideraría razonable el aumento de la tarifa de los peajes en las horas de mayor uso para obligar a que los coches privados no vayan tan solo con el conductor”.