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BREL1| Publicado el 21 julio 2005
Jue, 2005-07-21 20:00
El Gobernador sometió el presupuesto a la legislatura en marzo. Este ascendió a $9,684 millones. Aunque tiene un aumento de $ 830 con respecto al presupuesto anterior, está concebido para lidiar con la crisis estructural que fue anunciada inmediatamente tomo posesión del cargo. La propuesta del Gobernador vino a culminar una campaña que fue adobando a la opinión pública durante meses para justificar la necesidad de reducir la nómina gubernamental reduciendo beneficios y despidiendo trabajadores. Así describieron la bancarrota económica del gobierno, justificando la ausencia de fondos para cubrir las negociaciones de más de 39 convenios colectivos que le corresponde negociar a esta administración. Para contrarrestar esa debacle económica se propuso la eliminación de 23,000 puestos en el gobierno: eliminando puestos transitorios, propiciando el retiro y congelando las plazas, eliminando contratos transitorios y consolidando y reestructurando agencias. El presupuesto sometido por el Gobernador además de contener medidas para poner en vigor estas recomendaciones también fue acompañado de propuestas, como la eliminación del subsidio a la AAA de $400 millones y la eliminación de la exención del arbitrio del 6.6% de 35 artículos, entre estos alimentos y medicinas. Todas estas medidas representan un ataque frontal a la clase obrera y al pueblo.
En la propuesta de presupuesto el gobernador incluyó, como medidas para atraer fondos al erario, un impuesto del 4% a los intereses devengados por las instituciones financieras y bancos. Además se propuso uniformar el impuesto sobre ganancias de capital en un 20%. Inmediatamente se dejó sentir los cantos de sirena de la clase capitalista: la banca, la industria y el comercio, planteando un panorama sombrío si se afectan sus ganancias. Se orquestó una campaña por las organizaciones de capitalistas para presionar tanto al gobernador como a la legislatura para revertir las propuestas.
Por otro lado, la legislatura PNP, después de meses de garata interna y de disputas con el gobernador, durante el último día de sesión, en junio 30, sin someter a vistas públicas las medidas, aprobó el presupuesto el Presupuesto del país. Este asciende a $9,258 millones, $404 millones más que el del año anterior, pero $426 millones menos que el sometido por el gobernador. De inmediato comenzó una oleada de críticas a la Legislatura del gobierno y sus portavoces vaticinando un futuro económico sombrío. En ánimo de controlar el gobierno desde la Legislatura y crearle problemas al gobernador, el PNP le redujo la asignación presupuestaria a la Oficina de Gerencia y Presupuesto, no incluyó la asignación de fondos para cubrir los aumentos, aportación en planes médicos y bono navideño para este año incluidos en los convenios colectivos. Solo asignó $47 millones para la negociación de nuevos convenios, recortó el presupuesto a más de 50 agencias y programas e incluyó medidas de control que restan poder y autonomía al Ejecutivo, etc. Todo esto ha colocado al gobierno en posición defensiva y ha anunciado la posibilidad de miles de despidos de empleados públicos.
En clara actitud populista, con el objetivo de atraerse hacia el anexionismo el apoyo de los trabajadores y el pueblo la legislatura PNP eliminó la exención del impuesto del 6.6%. Pero esta actitud populista contrasta con medidas para proteger a los grandes capitalistas. Por eso redujo del 4% al 1% el aumento de impuesto a la banca. Incorporó un 2.5% de contribución sobre ganancia de capital afectando principalmente a pequeños negocios, beneficiando a las grandes corporaciones.
A pesar de las diferencias ideológicas entre el PNP y el PPD, durante esta jornada de aprobación del presupuesto han dejado evidente que no les importa afectar a los trabajadores y el pueblo. Ambos han coincidido en la eliminación del subsidio a la AAA, lo que ha provocado ya un aumento en las tarifas del agua. A la hora de proteger los grandes intereses económicos que representan, ambos partidos coinciden. Por eso no tocaron a las multinacionales extranjeras que repatrian alrededor de $32,000 millones anuales libre de impuestos. Con sólo un impuesto del 5% a estas ganancias, el gobierno podría obtener $1,500 millones para cubrir el déficit estructural tan cacareado.
Además, debe quedar claro que sólo incluyeron $47 millones para la negociación de los convenios que tienen que negociarse o se están negociando este año en el sector público.
Las medidas que afectan a los trabajadores incluidas en el presupuesto y avaladas por ambos partidos vienen a sumarse a los efectos del aumento en el costo de vida que redujo nuestros salarios en un 14% y durante los últimos cinco meses aumentó los costos de los alimentos de primera necesidad en un 19%.
No nos demos a engaño, el ciclo se repite, cuando pronostican crisis, los beneficios y las ganancias son para los grandes capitalistas. La restricción en la calidad de vida y el desempleo para los trabajadores. No nos queda otra salida, sólo la unidad, organización y lucha. Ya es hora de que construyamos un partido de trabajadores para defender y proteger nuestros intereses.