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BREL 7| Publicado el 10 abril 2009
Dom, 2009-10-04 15:27
Con mucho pesar recibimos la noticia del fallecimiento de la cantante Mercedes Sosa. Ciertamente el mundo debe estremecerse al saber que ya no contamos con su presencia física, y sin embargo debemos estar agradecidos(as) de que nos dejó su música de conciencia, amor y pasión. En homenaje a ella y a su legado musical, Bandera Roja reproduce el siguiente articulo sobre su carrera artística:
Haydeé Mercedes Sosa nació en San Miguel de Tucumán, Argentina, en 1935. Desde niña, en las chacras y sembradíos de su padre empezó a apreciar “la música, el buen vino y los placeres de la vida campestre”, según contó en varias entrevistas. Desde muy niña dió muestras de su extraordinaria voz cuando empezó a cantar zambas y chacareras con sus tíos y los peones de las haciendas tucumanas. “Siempre cantábamos a Atahualpa (Yupanqui) —contó— aunque entonces no era tan conocido”.
Precisamente, la música y poesía de Yupanqui, considerado el más grande folklorista argentino de la historia, fue el pilar fundamental de las primeras décadas de la carrera de Sosa, luego de su exitoso debut radial a los 15 años.
Desde mediados de los años 50 hasta entrados los 70 Sosa fue el gran referente femenino de la canción folklórica y popular argentina, y responsable, según coinciden estudios de la historia de la cultura de ese país, de que la juventud empezara a apreciar y gustar de las melodías autóctonas, más allá del norte argentino. Mi alazán, Zamba de mi esperanza, Lunita tucumana, Cuando tenga la tierra y Pollerita son algunas de las canciones emblemáticas de esa época. Con los 70 llegó la revolución musical del rock argentino, pero a la vez las dictaduras militares, y Sosa tuvo un papel esencial en la resistencia social y la militancia antifascista desde el arte.
Su repertorio empezó a nutrirse de temas sociales y de protesta de músicos como Horacio Guaraní (Si se calla el cantor) o la emblemática Violeta Parra (Volver a los 17 y Gracias a la vida). Tras un exilio de cinco años, Mercedes regresó a su país en 1982 y desde entonces, ídola indiscutible de varias generaciones, enriqueció su repertorio con rock, bossa, jazz, tango y otros ritmos. A mediados de 2009 grabó y lanzó Cantora y Cantora II, dos álbumes a dúo con una veintena de artistas, que aún encabezan las listas de venta.
Tomado de La Prensa – La Paz, Bolivia
Foto por:Foto: tomada de su pagina cibernetica oficial