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BREL1| Publicado el 12 septiembre 2017
Dicen que una crisis muestra lo mejor y lo peor de la gente y es verdad. El paso de IRMA y como responden los trabajadores y trabajadoras de la AEE y las plantas privadas de generación eléctrica es un ejemplo.
Tan pronto se dio la orden, cientos de hombres y mujeres de la UTIER y otros sectores dentro de la AEE salieron a la calle a encender a Puerto Rico. Atrás quedaron sus familias pues el país necesita levantarse.
En un proceso que deben seguir sin prisa pero sin pausa, tomando todas las medidas de seguridad, irán tejiendo líneas y cables para electrificar el país. Ellos y ellas saben que en otras emergencias alguna de su gente ha pagado demasiado caro, con la vida, la lucha por restablecer el servicio al pueblo.
Los políticos y administradores han diezmado sus fuerzas, obligando a muchos al retiro, quitándoles derechos laborales, maltratándolos, difamándolos y reduciendo sus recursos humanos. Hoy son menos pero con el mismo ánimo salen a la calle a pelear. Bajo el lema de #VamosAPrenderAlPaís levantarán el sistema.
Del otro lado están dos empresas millonarias: EcoEléctrica y AES. Tan pronto comenzó el embate de IRMA se desconectaron y apagaron sus plantas para proteger sus valiosos equipos. Cuando se reponga el servicio con las plantas de la AEE y sea seguro para ellas, prenderán sus instalaciones para seguir enriqueciéndose. Son empresas privadas y las guía el afán de lucro.
Si por estas empresas fuera, Puerto Rico estaría de rodillas.
Esa es la diferencia entre la empresa privada y el servicio público.
En el primer caso las necesidades de la gente son importantes en tanto produzcan ganancias. Pero si responderle al país significa riesgo, no cuenten con ellas.
En el caso de los trabajadores y trabajadoras, el país y la ciudadanía son la prioridad. El riesgo lo asumen porque trabajan para un pueblo.
Hay muchos argumentos contra la privatización de lo que pertenece al pueblo. Sin embargo, no hay nada más elocuente que la realidad.
Por eso, frente a las empresas privadas buitres y mantenidas, optamos por los trabajadores y trabajadoras para construir un Puerto Rico mejor.