Por
BREL6| Publicado el 15 mayo 2013
El 17 de mayo se celebra el Día Internacional contra las LGBTTIQ*-fobias, fecha en la cual en el 1990, la Organización Mundial de la Salud eliminó la homosexualidad de su lista de enfermedades mentales, un gran avance en la lucha por la libertad y diversidad sexual. Sin embargo, aunque desde entonces la lucha ha avanzado en la mayoría del mundo, también ha provocado la reacción fundamentalista en lugares como Puerto Rico y los Estados Unidos.
Contrario a lo que a veces se proyecta, la lucha LGBTTIQ no se ha dado solo en el plano legal o entre sectores acomodados. El periodo más determinante de la lucha en EE.UU. lo fue la segunda mitad de la década de 1960, cuando personas LGBTTIQ confrontaron físicamente a la policía que les arrestaba y maltrataba. Muchas fueron personas afro-americanas y latinas de comunidades pobres, como la venezolano-boricua Sylvia Rivera, quien combatió la transfobia y los prejuicios de raza y clase dentro de la propia comunidad. En Puerto Rico, la lucha comenzó en los años 1970, se consolidó con la celebración de las Paradas de Orgullo a partir de la década de 1990 y resurgió a partir del 2008, cuando comenzaron a celebrarse las Jornadas Educativas y la Marcha del Día Internacional.
Este movimiento ha sido atacado a cada paso por la reacción fundamentalista y sus alcahuetes de ambos partidos coloniales. No obstante, como producto de la lucha, denuncia y trabajo educativo constante, actualmente hay ante la legislatura colonial de Puerto Rico proyectos para prohibir el discrimen por orientación sexual e identidad de género en el empleo y servicios públicos, para permitir la adopción por parejas del mismo sexo y para extenderles la aplicación de la Ley 54. Estos buscan remediar injusticias que afectan principalmente a personas pobres y trabajadoras, reflejo de que la lucha LGBTTIQ también es parte de la lucha de toda la clase trabajadora por su liberación en todos los ámbitos de la vida.
La aprobación de dichos proyectos será otro paso importante. Sin embargo, para la gran mayoría de las personas LGBTTIQ, pobres y trabajadoras, los mayores retos aún quedarán por delante. El fundamentalismo con disfraz religioso no es más que un negocio estimulado por el capitalismo colonial, lucrándose del desasosiego que causa la crisis capitalista. Hasta que acabemos con esas condiciones, seguirán alimentando el odio y la violencia hacia todo lo que parezca amenazante.
*Para más información: http://prparatodos.org/educate/glosario-lgbtt/.