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BREL1| Publicado el 27 febrero 2010
En Puerto Rico muere una mujer cada 15 días victima de su pareja o ex pareja y diariamente se denuncian a la policía aproximadamente 53 casos de maltrato del mismo tipo. La encargada principal de tratar el problema está estancada en el pasado. Hace varios días la senadora PNP Kimmey Raschke, junto a la Procuradora de las mujeres y ex jueza Yvone Feliciano, anunció una enmienda a la ley 54 para cambiar de delito menos grave a delito grave la falta de violar una orden de protección. Lo que no sabían es que la enmienda que pretendían hacer ya existía desde el 2005.
Esto demuestra no sólo la falta de conocimiento de Yvone Feliciano sobre las leyes que le atañen, sino una falta de compromiso con el problema de la violencia. La ley 54 tiene muchos baches. No acepta como parejas o familias a las personas del mismo sexo, los castigos y sanciones no han funcionado y no tiene un plan efectivo de educación en la temática de género para evitar la violencia y las muertes en lugar de actuar cuando el crimen ya se ha cometido.
Es obvio que las órdenes de protección no funcionan. A algunas víctimas se les niega porque debe haber un patrón de maltrato en lugar de ser entregadas al primer momento. Esto se debe a que algunos jueces no ven como un riesgo a una persona que ha pegado una sola vez. Además se considera el maltrato dentro de la pareja algo tan personal que no se toma como una responsabilidad pública desde el primer momento. Muchas órdenes de protección son violadas porque las mujeres que las solicitaron lo permiten. Esto demuestra una falta de educación en la sociedad y de ayuda a esas mujeres. Ellas no deciden romper la orden porque sean tontas, lo hacen porque han pasado por un proceso de maltrato psicológico y baja autoestima y por ello se sienten dependientes del maltratador. Ante estas conductas se necesitan profesionales que recorran el camino de vuelta con las víctimas, que les provean las herramientas para salir del ciclo de violencia y les devuelvan la confianza de poder vivir por sí mismas.
Es por acciones como está que el Caucus de la Mujer del Movimiento Socialista de Trabajadores ha denunciado la poca efectividad e inactividad de Yvone Feliciano como Procuradora desde antes de que entrara en cargo. No es una persona que conozca de los problemas que sufren las mujeres en Puerto Rico. Desde que fue confirmado su puesto, en agosto del 2009, no había tomado ningún paso para erradicar el problema más grande que sufre la mujer en el país. Y en el momento en que decide promover una iniciativa toma un paso equivocado y repetitivo, lo que demuestra una vez más su falta de competencia en el asunto. Si conociese un poco más sobre los patrones de violencia y las conductas de los maltratantes y las maltratadas, cosa que es de su competencia, no tendría ni que leer la ley para saber que romper una orden de protección es delito grave y aún no se resuelve el problema.