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BREL1| Publicado el 21 noviembre 2009
Dicen que Dios obra por caminos misteriosos. Y esa frase pareciera resumir la suerte del Alcalde de San Juan Jorge “Periquito” Santini en su controversia con René Pérez Joglar, conocido como Residente, cantante del grupo Calle 13. Después de acusar de “tecato” al reconocido artista, un escándalo que pone al relieve su alegada debilidad por cierto polvillo y sus cualidades de patán han salido a relucir.
Todo comenzó cuando el cantante denunció los despidos de miles de trabajadores del gobierno y calificó al gobernador Luis Fortuño de “hijo de puta”. Este término, en el argot popular, no alude a la progenitora del primer mandatario, sino a su maldad e insensibilidad.
Jorge “Periquito” Santini, que en la pasada campaña primarista con Pedro Rosselló acusó a Luis Fortuño de “mamao“, “cobarde“, “traidor” y “sucio“, salió indignado y en pose de siete machos a reclamarle a Residente por su falta de respeto al gobernador. Entre otras cosas calificó al cantante de “tecato” y canceló una presentación del artista en las facilidades del Municipio de San Juan.
René Pérez, conociendo de la pata que cojea el Alcalde, retó a “Periquito” Santini para que ambos se sometan a una prueba de detección de drogas. Residente se ofreció a pagarle el viaje y los gastos. El cuestionado político se negó al examen pues el laboratorio donde el cantante quería llevarlo detecta cualquier uso de narcóticos durante un periodo de un año.
Santini fue vinculado originalmente al uso de cocaína por el ex presidente del Senado, Charlie Rodríguez, cuando compitieron para la candidatura a la alcaldía de San Juan por el PNP en el 2000. Rodríguez y Santini fueron compañeros en el Senado por cuatro años, del 1997 al 2000, y conocían sus debilidades y gustos mutuos.
Pero las ironías de la vida le tenían reservada una jugada al Alcalde. Cuando la polémica con Calle 13 parecía aplacarse, estalló en la opinión pública un incidente donde “Periquito” Santini fue sorprendido en un negocio aparentemente vinculado al expendio de drogas. Se dice que un perro especializado en detectar narcóticos olfateó al funcionario.
Lanzando bufidos de gran ratón e insultos contra los policías que lo sorprendieron en el negocio sospechoso, el Alcalde llegó hasta el punto de ordenarle a los agentes municipales que participaban en el operativo antidrogas que se retiraran del mismo. El gobernador salió en defensa de su otrora fustigador y el Superintendente de la Policía Figueroa Sancha lo exoneró de toda culpa sin siquiera investigarlo.
Pero la gente sabe más que eso. A la distancia se oye la popular copla… “Quítate de la vía Santini… Que ahí viene el tren.”