Como si el país lo que necesitara fueran más desarrollos de viviendas para millonarios, la firma McKenzie y Ebert promociona un desarrollo de viviendas para ultra ricos en la zona de Fajardo.
Bajo el nombre de Moncayo, este desarrollo combinará un campo de Golf con ofertas de residencia, hoteles, servicios médicos y educativos. Se trata de otro centro para promover la llegada de millonarios de la ley 60 en busca de paraisos fiscales (ver el artículo https://www.bandera.org/ciudadania-por-inversion/). Estos desarrollistas se ufanan que sus proyectos cualifican para recibir fondos de recuperación tras los huracanes Irma y María.
El desarrollo se esconde detrás de un aura de conservación e integración con la naturaleza ofreciendo comida orgániza cocechada en la propia instalación, una escuela privada K-12 entre otras amenidades excluyentes que brindarían un enclave en Puerto Rico pero sin puertorriqueños. La hipocresía del mercadeo para este desarrollo es tan grande que promueven una institución filantrópica enfocada en «la educación para la responsabilidad ambiental, el desarrollo de iniciativas para las dificultades financieras, expandir la educación y proteger el medioambiente.» indica el portal de los desarrollistas.
Este desarrollo forma parte de una ofensiva del gobierno de Jenniffer González de facilitar el uso indiscriminado de nuestros recursos naturales a expensas de las comunidades aledañas. En Fajardo se repite lo que en Cabo Rojo, Luquillo y Rincon se ha luchado por evitar.