¡Aquí no hay espacio para la indiferencia!

Muy buenas tardes amigas y amigos solidarios con el Pueblo Palestino. ¡Qué bonita es la solidaridad de los pueblos! ¡Qué hermoso es ver que en medio de la tragedia los pueblos se convierten en la esperanza ante la barbarie! ¡Aquí no hay espacio para la indiferencia!

Me dirijo a ustedes como portavoz de la Red de Solidaridad con Palestina, esfuerzo compuesto por más de veinte organizaciones políticas, sociales y culturales. Nos unimos por estar conscientes que el momento histórico requiere de un elevado esfuerzo global que contrarreste las narrativas que se levantan justificando lo que a todas luces es un exterminio étnico, un genocidio.

Agradecemos a cada uno de ustedes por decir presente en esta marcha en solidaridad con el pueblo palestino.

El pueblo palestino: tanto quienes habitan en Gaza como en Cisjordania o en el exilio sufre los momentos mas críticos de su propia existencia que en pasadas generaciones hayan vivido. Palestina, al igual que Puerto Rico hemos sido un pueblo ocupado por siglos. Los imperios nos han pasado de mano en mano, como botín de guerra en nuestro caso y como obsequio del imperio inglés al pueblo judío en el caso de Palestina. En ambas realidades, nunca tomaron en cuenta que habitaba gente que consideraba estas tierras como su patria. En el caso de Palestina, la imposición del Estado religioso de Israel supuso una exclusión automática de millones de palestinos y el rechazo de que tras siglos de colonialismo se pudieran constituir en una nación soberana en la que todos los credos religiosos tuvieran cabida. Esta decisión imperialista, esta manera de utilizar a los pueblos oprimidos como ficha de canje, es sin duda un crimen. Pero los resultados del atropello solo pueden generar una respuesta, y esta es la resistencia y la disposición de lucha de quienes han visto a sus familiares morir o terminar viviendo en campos de refugiados.

Ambos pueblos hemos tenido que resistir a las mas diversas maneras aniquilación. Una de esas maneras fue la prohibición del uso de nuestra bandera nacional. En el ’48 se criminalizó el ser independentista y el uso público de nuestra bandera nacional. De igual manera, como resultado de la guerra de los 6 días de 1967, en donde se consolidó el dominio israelí en Palestina, también se prohibió el uso de su bandera nacional. ¡Hoy, ambos pueblos levantamos nuestras banderas y le advertimos al villano que Puerto Rico y Palestina serán libre! ¡Qué no hay fuerza en el mundo que derrote nuestras ansias de justicia y libertad!

Pero gente, los deseos de justicia y libertad enfrentan grandes obstáculos y calamidades. Desde el pasado 7 de octubre han sido asesinadas sobre 10mil vidas palestinas a causa de bombardeos dirigidos principalmente a la sociedad civil. Escuelas, hospitales y refugios son el blanco de ataque del ejercito fascista israelí.

Enfrentamos una crisis humanitaria en la que los mas de dos millones de habitantes de Gaza se exponen al no tener acceso a servicios esenciales de agua, electricidad, medicinas y alimentos. Ya se están reportando casos de muertes por desnutrición. Nuestra experiencia post huracán María debe servirnos de referente de cómo se multiplican las muertes sin servicios básicos. En este caso, esta escasez no es producto de un huracán ni de la ineficiencia de un gobierno. Se trata de parte de una estrategia bélica del estado israelí para aniquilar las vidas y el espíritu de lucha del pueblo palestino.

Esto nos obliga a comprender que el llamado urgente de solidaridad internacional es para ahora. No podemos esperar a los gobiernos ni a las Naciones Unidas a que resuelvan. La esperanza de Palestina reside en su propio pueblo valeroso y en la solidaridad que podamos demostrar tanto en Puerto Rico, como en el resto del mundo. Esta formula fue la clave para derribar el Apartheid en Sudáfrica y mas temprano que tarde será la clave para la liberación de Palestina.

Finalmente, responsabilizamos al gobierno de los Estados Unidos y sus gobiernos aliados por promover el genocidio y brindarle apoyo a un gobierno que viola los mas elementales derechos humanos y hasta las mas básicas reglas de combate. El gobierno yanqui, tiene las manos manchadas con sangre palestina. Sus intereses económicos, como siempre, guían sus acciones por encima de las vidas humanas.

Desde Puerto Rico le decimos al gobierno norteamericano que la resistencia está presente en Gaza, en Puerto Rico, en sus propias calles y en todas las ciudades del mundo. Las imágenes de manifestaciones como esta son diarias y dan cuenta de millones de luchadoras valientes que se alzan ante el imperio y la lógica del capital sobre las vidas humanas. Sus días se agotan.

¡Desde el Río hasta el Mar, Palestina será Libre! ¡Fin al Genocidio!
¡Cese el bombardeo a Gaza!
¡Viva Puerto Rico Libre!

¡Viva Palestina Libre!