El lunes 8 de mayo la Asamblea Municipal aprobó con respaldo tripartita el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) para Utuado, presentado por el alcalde del PNP Jorge Pérez Heredia.
Este Plan de Ordenamiento está creado y montado con fallas graves e irregularidades que no se pueden dejar pasar. El POT propone el uso de distritos de calificación que forman parte del Reglamento Conjunto de 2020 que fue declarado nulo por el tribunal en Puerto Rico en enero de 2022. Es decir, la discusión pública sobre los usos de terrenos se hizo a partir de distritos de calificación que ya el tribunal había declarado nulos. Es un plan amañado y fatulo desde el principio. Fue irresponsable, y sabrá Dios con qué intenciones que el alcalde Pérez presentó y defendió este POT, a sabiendas de que se fundamentaba en un reglamento que no estaba vigente.
El plan incumplió además con los requisitos del Código Municipal cuando no presentó todos los componentes requeridos del plan en un mismo momento. De acuerdo al artículo 6.011 del Código Municipal: “La elaboración o revisión de los Planes de Ordenación se desarrollará en una (1) sola etapa y a través de la preparación secuencial y concurrente de una serie de documentos.” Sin embargo, este proceso se inició hace 28 años, lo que excede por mucho el tiempo razonable requerido por ley. Así, la Enunciación de Objetivos de este POT se presentó en vistas públicas en 1995, el Memorial en 1996 y el Avance del Plan de Trabajo en 1999. Es como si, para el alcalde y la asamblea municipal, nada hubiera cambiado en Utuado desde 1995.
Pero los defectos del plan no terminan ahí. El plan califica como zona de uso residencial terrenos que están en áreas inundables. Además, ecosistemas y condiciones físicas de áreas naturales que requieren protecciones particulares y especiales han sido desprotegidas al ubicarlos en distritos genéricos. Y es que la calificación del suelo que propone el POT no corresponde con la clasificación del Plan de Usos de Terrenos de Puerto Rico de 2015. Con este POT se colocaron áreas de conservación en clasificaciones agrícolas y viceversa.
El POT se adjudica facultades y autoridad en ley que no tiene. Por un lado, el Plan de Ordenamiento no reconoce la protección del carso, que establece el propio Plan del Carso. Y por otro, propone cambiar el Plan de Conservación de Áreas Sensitivas para Adjuntas y Municipios Adyacentes, que es producto de un Plan Sectorial de mayor jerarquía. ¿Cómo es posible que a través de este POT el alcalde y la asamblea municipal pongan en riesgo el carso y la conservación de áreas protegidas para lo que no tienen capacidad ni facultad alguna?
El proceso de votación del plan fue deliberadamente atropellado. El alcalde Pérez llevó una especie de turba republicana (compuesta por las y los empleados y correligionarios del PNP), quienes con gritos y abucheos buscaron presionar indebidamente a los y las legisladoras para aceptar el plan. Las vistas públicas y los comunicados públicos se hicieron solo por cumplir con el reglamento. Los comunicados para alertar y permitir que la ciudadanía participara del proceso se hicieron a través de una emisora de Arecibo, y Utuado tiene emisora radial, y de un periódico regional de escasa difusión. Sin duda, la preparación de este Plan de Ordenamiento esconde intenciones sospechosas y preocupantes.
Incluso, la Junta de Planificación, que tiene entre sus funciones asesorar y asistir en la preparación de la metodología a utilizarse en la formulación de los Planes de Usos de Terrenos, sabía de la determinación del tribunal y que el Reglamento Conjunto del 2020 no debió usarse como marco para el POT de Utuado.
Dicho plan había sido rechazado el 6 de marzo por la legislatura municipal por serias dudas surgidas sobre importantes aspectos. Al parecer las dudas fueron aclaradas, puesto que esta vez el plan fue aprobado prácticamente sin cambios.
Sin duda, un Plan de Ordenamiento Territorial es un documento importante. Es necesario para ordenar los usos del territorio de Utuado, tener un marco de referencia para el desarrollo del municipio de manera compatible con las propiedades y características de su geografía y, por tanto, garantizar la protección de las áreas naturales de nuestro pueblo de forma armónica con las leyes y regulaciones ambientales.
Un Plan de Ordenamiento adecuado le permitiría al municipio, a corto, mediano y largo plazo, la oportunidad de ir superando las condiciones económicas y sociales que lo vienen agobiando ya por décadas, entre otros: altísimos niveles de pobreza, carencia de empleos y de viviendas dignas y la inexistencia de oportunidades reales de echar pa’lante. Utuado es uno de los pueblos donde se manifiesta, tristemente bien, todo el retroceso en la calidad de vida que han impuesto los gobiernos en los últimos 50 años en Puerto Rico.
Un POT bien pensado y mejor intencionado sería muy bueno para Utuado. Pero la realidad es que este, propuesto por el alcalde y avalado por la legislatura, padece de errores y fallos que permitirían que políticos, por intereses económicos individuales, dejen sin protección las áreas naturales de nuestro pueblo. La corrupción en Puerto Rico no es un mito, ni una leyenda urbana ni una teoría de conspiración. El robo de los bienes públicos y su privatización lucrativa hacen estremecer de codicia los bolsillos de las personas que ocupan el poder político, sus allegados y los obscenamente beneficiados.
Dejar a la mala conciencia de personas de esta índole nuestras áreas naturales y arqueológicas protegidas, y por proteger, es un riesgo y una amenaza latente que debemos combatir e impedir.