El 4 de julio y las resistencias anti-capitalistas

Foto del avatar

| Publicado el 6 julio 2020

Rakim Calderón Bernal

Bandera Roja

Otro 4 de julio para recordar que la Declaración de la independencia, de lo que hoy se conoce como Estados Unidos, está enmarcada cronológicamente en la Era de las Revoluciones Burguesas. Era que incluye procesos políticos como: la Revolución Gloriosa de 1688 en Inglaterra, la independencia de las colonias británicas de Norteamérica entre 1775-1783, la Revolución Francesa de 1789 y las Guerras de Independencia Hispanoamericanas de 1810.

Como bien lo dice el término de “Revoluciones Burguesas”, estas revoluciones tiene un alto contenido de clase, ya que la burguesía es la clase social que agrupó inicialmente a mercaderes, banqueros y más tarde a capitalistas industriales. La misma nació en Europa occidental en el siglo XI, y desde allí comenzó a expandirse, alcanzando su predominio económico a partir de la Revolución Industrial en Inglaterra y completando su dominación política a partir de la Revolución Francesa. Todas estas revoluciones se ubicaron en los amaneceres del capitalismo, y en términos generales buscaron llevar al plano de los derechos políticos lo que ya estaba concretándose en el plano socioeconómico.

Ya para el Manifiesto Comunista de 1848 Marx y Engels nos trataban de explicar que:

“Toda la historia de la sociedad humana, hasta la actualidad, es una historia de luchas de clases.

En los tiempos históricos nos encontramos a la sociedad dividida casi por doquier en una serie de estamentos, dentro de cada uno de los cuales reina, a su vez, una nueva jerarquía social de grados y posiciones.  En la Roma antigua son los patricios, los équites, los plebeyos, los esclavos; en la Edad Media, los señores feudales, los vasallos, los maestros y los oficiales de los gremios, los siervos de la gleba, y dentro de cada una de esas clases todavía nos encontramos con nuevos matices y gradaciones.

La moderna sociedad burguesa que se alza sobre las ruinas de la sociedad feudal no ha abolido los antagonismos de clase.  Lo que ha hecho ha sido crear nuevas clases, nuevas condiciones de opresión, nuevas modalidades de lucha, que han venido a sustituir a las antiguas.

Sin embargo, nuestra época, la época de la burguesía, se caracteriza por haber simplificado estos antagonismos de clase.  Hoy, toda la sociedad tiende a separarse, cada vez más abiertamente, en dos grandes campos enemigos, en dos grandes clases antagónicas: la burguesía y el proletariado.”

Queremos delinear cómo estas palabras escritas en 1848 cobran mayor vigencia en el siglo XXI, porque progresivamente se ha ido incrementando la brecha entre capitalistas y proletarios (trabajadores y personas desposeídas). Sin embargo, aclaramos que una de las diferencias entre la época de Marx y Engels y la de nuestros días, es que la crisis actual es parte del proceso de globalización del capitalismo y de las contradicciones que este genera en diferentes países y no es consecuencia de los dolores de parto del capitalismo y/o sus revoluciones políticas.

Sólo hay que pensar en la actualidad estadounidense, observar cómo, en este preciso momento, se libra una fuerte lucha de clases expresada bajo la forma de una revuelta popular dirigida por las comunidades negras que aún luchan por erradicar el racismo institucional. Su mayor aporte es la descolonización real, a través de una conciencia de clase  que relaciona la explotación capitalista con la opresión de raza y género. Es por ello que en esta revuelta popular no sólo hemos visto una enérgica denuncia por los asesinatos de personas negras a manos de la brutalidad policiaca, sino la consigna de “defund the police” y la remoción de estatuas alusivas a los mitos fundadores de los Estados Unidos.

Tomando todo esto en consideración, el 4 de julio es otra estatua que debemos derribar de la historia narrada a la medida del supremacismo blanco y capitalista. La clase trabajadora de Puerto Rico y los Estados Unidos nos tenemos que preguntar ¿qué rayos conmemoramos el 4 de julio? ¿Qué apreciamos sobre una celebración tan ajena a nuestros intereses? Y si es que se trata de tener días libres, mejor sería luchar por el derecho al ocio y el esparcimiento en sí mismo, que tener que hacerlo bajo el ala de las celebraciones de los capitalistas e imperialistas. Sin duda, estaríamos adelantando algunos de nuestros problemas inmediatos como: acumular vacaciones, días por enfermedad, licencias de maternidad y paternidad, etc.

Ahora más que nunca el capitalismo globalizado genera las condiciones necesarias para que la clase trabajadora, en alianza con los demás grupos oprimidos, coincidan en una revolución socialista. Por tal razón, criticamos el felicitar a los estadounidenses por su Independence Day hollywoodense, y orientamos a estrechar lazos solidarios con todas las fuerzas socialistas (movimiento obrero, feministas, lgttbq+ y el movimiento Black Lives Matter) con propósito de combatir el régimen capitalista e imperialista de los Estados Unidos.

Si queremos que la independencia sea un hecho en Puerto Rico, hay que generarla desde las bases de la clase trabajadora y los grupos oprimidos, teniendo en cuenta que nuestro mayor objetivo es la construcción de una fuerza política que destruya, con todo los métodos de lucha, la colonia capitalista de una vez y por todas. Así, podremos levantar un Estado obrero, feminista y antirracista: única forma para concretizar nuestra verdadera independencia.

Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.