| Publicado el 2 diciembre 2012
El pueblo trabajador y pobre en Puerto Rico vive los efectos de una profunda crisis económica, que no muestra señales de mejoría. El gobierno de Luis Fortuño y Barack Obama no han resuelto los problemas principales que enfrenta la sociedad puertorriqueña que son el desempleo, la criminalidad, acceso a la salud, una educación pública gratuita y de excelencia, el fin a la opresión y explotación de la mujer entre muchos otros reclamos. Como parte de la respuesta del pueblo a las medidas neoliberales, amplios sectores del pueblo rechazamos el proyectado gasoducto y el intento de desmantelar la Universidad de Puerto Rico. Sin embargo, ninguno de los partidos políticos que acudirán a la elecciones representan una alternativa de organización y lucha para la clase trabajadora puertorriqueña.
Las verdaderas fuentes de los problemas que nos aquejan se encuentran en la imposición del capitalismo a través de la historia de nuestro país. Por un lado la criminalidad, asociada con el trasiego de drogas, es responsabilidad del propio gobierno federal que controla las aduanas específicas o de mejoras a las con los muelles, y la seguridad de nuestras costas. Definitivamente son los propios federales los que han fracasado en la llamada guerra contra las drogas. La crisis de la salud es consecuencia directa de la privatización de la salud y de ver la salud como un negocio en vez de una necesidad fundamental de todo ser humano.
El desempleo y la crisis económica tienen sus raíces en la dependencia y el mantengo corporativo como modelo de desarrollo económico del Estado Libre Asociado. Por tanto, que cualquier movimiento social que pretenda convertirse en alternativa para la clase trabajadora tiene que, necesariamente, denunciar la colonia y el capitalismo.
La clase trabajadora puertorriqueña necesita de instrumentos de lucha que organicen y dirijan la resistencia contra la imposición del neoliberalismo. La organización de trabajadores en sindicatos permite aglutinar fuerzas para enfrentar los patronos y capitalistas pero tampoco es suficiente. Sin embargo, mantener la lucha de la clase trabajadora a una lucha, exclusivamente, de reivindicaciones específicas o de mejoras a las condiciones de trabajo es quedarse en ponerle parchos al sistema. Es meritorio que en la coyuntura en que nos encontramos se desarrollen alternativas políticas de organización de la clase trabajadora.
El Movimiento Socialista de Trabajadores aspira a convertirse en la fuerza política nacional que represente una opción para los sectores más conscientes y militantes de la clase trabajadora. Aspiramos a la toma del poder, o sea que seamos las grandes mayorías de trabajadores, desempleados, amas de casa, y oprimidos en general quienes tomemos las riendas de nuestro país.
Luchamos por una independencia socialista como única alternativa resolver los problemas que tanto nos aquejan. Desde esa perspectiva el MST inició una jornada de educación, organización y lucha que culminará con una marcha el primero de mayo des- de la Plaza Colón hasta la Fortaleza. Pretendemos retomar el primero de mayo, día internacional de los trabajadores, como el momento para hablar sin eufemismos que la solución a la crisis capitalista es el socialismo.